El Gobierno colombiano no ve sus esfuerzos plasmados en la percepción de corrupción

El llamado zar anticorrupción de Colombia, Miguel Francisco Prado Gil, dijo hoy a Efe que no ve los esfuerzos del Estado en ese sentido plasmados en el índice de percepción que la organización alemana Transparencia Internacional (TI) divulgó este miércoles en su informe anual.
«Una calificación como la que tiene Colombia, con todo el esfuerzo adelantado por el Estado, no correspondería», opinó el director del Programa Presidencial de Modernización, Eficiencia, Transparencia y Lucha contra la Corrupción, que depende de la Vicepresidencia colombiana.

En este índice, Colombia obtuvo 3,4 puntos en una escala de 0 (muy corrupto) a 10 (muy transparente) y se ubicó en el puesto 80 entre 183 naciones evaluadas, frente a los resultados del año pasado, cuando obtuvo una décima menos y se colocó en el lugar 78.

Prado comentó que durante el Gobierno de Juan Manuel Santos Colombia «ha resuelto muchos más casos de corrupción que nunca», gracias a la cooperación de las instancias estatales, y observó que escándalos denunciados en 2010 han empezado a presentar resultados a lo largo de 2011.

Es el caso de los anuncios de la desarticulación por corrupción de varios entes que funcionaron en anteriores Gobiernos y de los que ya se ha liquidado el ente que administra los bienes decomisados a los narcotraficantes y el que gestiona la lucha antisecuestro.

Asimismo, han aparecido ya las consecuencias judiciales para quienes se vieron inmersos en el caso de la contratación irregular de obras públicas en Bogotá, el «recobro» irregular de servicios de salud, la infiltración de una red de defraudadores en la administración tributaria y hasta la superpoblación de niños inexistentes con educación subsidiada.

Prado recordó que el éxito de estas operaciones responde también al establecimiento de una política de lucha contra la corrupción en el Plan Nacional de Desarrollo y la implementación de un marco jurídico para ello, con el Estatuto anticorrupción firmado el pasado julio por Santos.

Sin embargo, las cifras del informe de TI hacen evidente, según Prado Gil, que la corrupción sigue siendo «un desafío para Colombia, pues el camino que hay que recorrer es muy amplio todavía».

Para Elizabeth Ungar, directora ejecutiva de la Corporación Transparencia por Colombia, «no hay una mejoría evidente» respecto del año anterior, aunque los índices presenten un leve descenso.

«Yo tendría una explicación, que es que en este último año se han destapado algunos de los más graves casos de corrupción que ha habido en el país en los últimos diez o veinte años, lo que genera una percepción en la ciudadanía de que el problema de la corrupción es muy grave», argumentó en conversación con Efe.

Ungar destacó que «la peor corrupción que puede haber es aquella que afecta los derechos fundamentales de las personas, y desafortunadamente en Colombia son muchos los casos en años recientes que tienen esa dimensión adicional al daño económico».

Tal es el caso de los escándalos relacionados con la salud, la educación y el despojo de la tierra avalado por notarios, funcionarios de registro o fondos ganaderos regionales, citó la analista.

«Es decir, en otros países con corrupción, como en España, Italia Inglaterra o Francia, no se da la circunstancia de que las víctimas son los sectores más vulnerables de la población», apostilló.

EFE