Los datos se dan a conocer un día después de que la Liga Árabe sancionó al país para obligarlo a cesar la violencia. El gobierno lleva 8 meses de represión contra los rebeldes.
Las tropas sirias cometieron «crímenes contra la humanidad» al asesinar y torturar a cientos de niños desde que el gobierno comenzó su campaña de represión hace ocho meses, advirtió hoy una investigación de la ONU.
La pesquisa se suma a la presión internacional sobre el presidente Bashar Assad, un día después que la Liga Arabe aprobó sanciones contra su régimen para obligarlo a cesar los actos de violencia.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio calificó la medida árabe como «una declaración de guerra económica» y advirtió que tomarían represalias.
Violencia. Un grupo de expertos independientes dijo que las fuerzas del gobierno asesinaron por lo menos a 256 menores de edad entre mediados de marzo y principios de noviembre.
Precisó que algunos muchachos fueron torturados sexualmente y que una niña de dos años de edad fue muerta a tiros.
«La tortura se aplicó por igual a adultos y niños», dijo el informe del panel al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Entre los detalles del texto se afirma que «numerosos testimonios indican que los niños fueron sometidos a tortura sexual en los lugares de detención, enfrente de hombres adultos».
El reporte considera niño a cualquiera menor de 18 años. Fue compilado por un comité de expertos independientes a quienes se les negó la entrada a Siria, pero la comisión dijo que pudo entrevistar a 223 víctimas y testigos, incluso a desertores del servicio militar y las fuerzas de seguridad de Siria desde septiembre.
El informe del grupo dice que las fuerzas del gobierno sirio recibieron la orden de «tirar a matar» para aplastar las manifestaciones. Algunas tropas «dispararon indiscriminadamente contra manifestantes desarmados», mientras que francotiradores dispararon contra otros hacia la cabeza y la parte superior del cuerpo, afirma.
El panel citó en su informe el testimonio de un ex soldado que dijo que decidió desertar después de atestiguar cómo un oficial disparaba contra una niña de dos años en Latakia y afirmaba que la había matado para que no se convirtiera en una manifestante cuando creciera.
«Estos crímenes incluyen asesinatos, torturas, violaciones y otras formas de violencia sexual», dijo el presidente de la comisión, Paulo Sergio Pinheiro, un profesor brasileño. «Tenemos un conjunto muy sólido de evidencia».
Represión. Por lo menos 3.500 personas han sido asesinadas en Siria desde marzo, de acuerdo con la ONU.
La violencia continuó hoy, según los activistas, quienes informaron que por lo menos 10 sirios murieron, siete de ellos en la intranquila provincia de Homs.
Fue imposible verificar la cifra debido a que Siria le ha prohibido el ingreso a la mayoría de los periodistas extranjeros y ha impedido el periodismo independiente.
Los brazos armados y políticos de la oposición siria, entretanto, dieron un paso hacia su cooperación.
Una delegación del opositor Consejo Nacional Sirio encabezada por su líder Burhan Ghalioun se reunió el lunes con el líder del llamado Ejército Libre de Siria, con sede en Turquía, un grupo de desertores del ejército que recientemente han estado luchando contra las fuerzas de Assad.
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