El Papa abre la puerta a la incorporación a la Iglesia de anglicanos y episcopalianos

Al cabo de dos años de espera, los anglicanos y episcopalianos de Estados Unidos que deseen pasar a la Iglesia católica sin perder su tradición litúrgica y cultural podrán incorporarse al nuevo Ordinariato aprobado por el Papa.Benedicto XVI ha nombrado al cardenal de Washington, Donald Wuerl, delegado papal para establecer el Ordinariato, que entrará en pleno funcionamiento el uno de enero de 2012.
De los 67 sacerdotes anglicanos y episcopalianos que han pedido la admisión por adelantado, 35 han recibido ya el “visto bueno” de Roma. Todos los sacerdotes y obispos que se incorporen al Odinariato deberán recibir de nuevo la ordenación sacerdotal en la Iglesia católica, normalmente en la diócesis en que residan. Los sacerdotes casados continuarán como sacerdotes casados en la Iglesia católica y podrán incluso ser ordinarios, es decir, titulares del Ordinariato, pero sin recibir la ordenación episcopal, reservada solo a los célibes como es tradición en la Iglesia católica y las ortodoxas.
Igual que en el Reino Unido, la creación del Ordinariato norteamericano y la admisión de sus miembros se llevará a cabo por etapas y evitando cualquier gesto de triunfalismo. El cardenal Wuerl informó a los obispos norteamericanos que, además de los sacerdotes, se incorporarán al Ordinariato unos dos mil fieles. Dos comunidades anglicanas, en las diócesis de Fort Worth y de Washington, se han incorporado ya a la Iglesia católica por adelantado.
La estructura para acoger a los anglicanos incluye la antiguaProvisión
Pastoral, creada en 1980 para recibir a sacerdotes anglicanos y episcopalianos que querían incorporarse a título individual a la Iglesia católica, y que suman algo más de un centenar. El nuevo delegado del Papa para la Provisión Pastoral es el obispo Kevin Vann de Fort Worth, Texas. La estructura de acogida incluye un departamento para la formación de clero anglicano que pasa a católico en el seminario de Houston, Texas.
A diferencia de las incorporaciones individuales, los pastores y las parroquias pueden incorporarse como tales al Ordinariato, conservando la posibilidad de mantener la liturgia anglicana tradicional y también la de seguir la liturgia católica de rito latino cuando lo prefieran.
La experiencia del Ordinariato del Reino Unido está siendo muy positiva en cuanto a serenidad y cordialidad por ambas partes en el traslado a la Iglesia católica, pero sigue sin resolverse plenamente el problema del mantenimiento de los templos y del clero.