Mientras analiza la quita de subsidios sobre localidades de la zona norte del Conurbano, el Gobierno le ordenó a las empresas de servicios públicas que tengan lista el lunes la página web que permitirá a los usuarios darse de baja de los beneficios en las tarifas por voluntad propia. Así lo confirmó el ministerio de Planificación.
Después de ocho años de movimientos lentos e indecisos, el Gobierno puso el pié en el acelerador para apurar el recorte en los subsidios que reciben los hogares a través de las facturas de luz, gas y agua. Para eso abrió varios flancos: mientras analiza los pasos a seguir sobre localidades de la zona norte de la provincia de Buenos Aires «la de mayor valor inmobiliario del otro lado de la General Paz» le ordenó a las empresas distribuidoras (Edenor, Edesur, Gas Ban y Metrogas) que tengan lista el lunes la página web que permitirá a los usuarios darse de baja del sistema de subsidios por voluntad propia y le ordenó a los entes reguladores (el Enargas y el Enre) que comiencen a trabajar con las asociaciones de consumidores desde la semana que viene para analizar casos límite, según informó el diario El Cronista.
Un día después del anuncio que le abrió la puerta a aumentos de entre tres y cuatro veces para la luz y el gas «la factura de agua crecerá más, pero en términos nominales es menor» para Puerto Madero, Barrio Parque, los countries y todos los usuarios que no manifiesten expresamente que desean conservar la subvención estatal, el ministro de Planificación, Julio de Vido, dio pistas sobre los pasos que seguirá el Gobierno en los próximos días. «No habrá otras exclusiones por barrios completos sino una revisión que se hará por zonas, en la Ciudad, en el Gran Buenos Aires, y en el resto del país, en base a los catastros del Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL)», dijo. El propio funcionario citó a modo de ejemplo el caso de barrios como «La Horqueta y otros de la zona norte bonaerense».
El titular de Planificación agregó que la eliminación de las transferencias del Estado a sectores privados, que este año se llevarán más de $ 70.000 millones (supera el 4% del producto), considerará «parámetros tales como ingresos, gastos, situación social, en todo el país».
Sin dilaciones, el Gobierno puso ayer a trabajar contrareloj a los equipos técnicos de las distribuidoras de servicios públicos para que implementen, a partir del lunes, una página web que le permitirá a los usuarios renunciar por voluntad propia a la percepción de subsidios. El instrumento permitirá calcular cuál es el aporte actual del Estado en su factura y cuál será el valor que deberá desembolsar cuando no perciba más el subsidio. Es una apuesta ambiciosa por parte del Gobierno. En despachos públicos consideran que habrá mucha más usuarios de los previstos que elegirán esa vía. «Queremos ver cómo se expresa la ciudadanía respecto de su situación real», sostuvo De Vido.
Las empresas también comenzarán a enviar cartas a countries y los barrios afectados explicándoles los cambios en su futura factura.
Consumidores
En paralelo, comenzarán la semana que viene las rondas de discusión entre los entes reguladores y asociaciones de consumidores, que intentarán morigerar los efectos de la quita de subsidios sobre los sectores con recursos más estrechos. El miércoles que viene se reunirán en el Enre y el mismo día de la semana siguiente en el Enargas. «Van a intentar que quien gana $ 5.000 y paga un alquiler de $ 2.500 no resulte afectado por la quita», sostuvo una fuente que participará de esas discusiones.
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