El conflicto entre los controladores aéreos y el Gobierno nacional volvió a hacer eclosión en el aeroparque Jorge Nerwbery y en el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde fallas de coordinación entre militares y civiles dejaron fuera de servicio a la terminal durante más de dos horas.
Así lo informaron fuentes oficiales y gremiales, mientras cientos de pasajeros comenzaban a abordar los vuelos que eran reprogramados en medio de importantes demoras.
El contratiempo se debió a una «falta de coordinación» entre personal militar de la Fuerza Aérea, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y trabajadores civiles.
Esta situación significó un nuevo capítulo del conflicto sindical que involucra a los controladores liderados por el secretario general de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli.
El problema de esta noche también afectó las operaciones en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery, donde esta mañana se registraron complicaciones con los vuelos debido a la presencia de ceniza volcánica en el espacio aéreo, según la versión oficial, aunque trascendió que en algunos casos faltaba la tripulación de los aviones.
En Ezeiza, el conflicto con los controladores generó que las autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) decidieran que no estaban dadas las condiciones para el tránsito aéreo e interrumpieran las partidas y los arribos de los vuelos de todas las compañías.
Centenares de pasajeros se vieron afectados, después de que trabajadores de APTA acusaran a las fuerzas de seguridad de no dejarlos subir a la torre de control en un cambio de turno, para reemplazar a un grupo de compañeros.
Por su parte, la ANAC informó que los controladores se habían ausentado de sus puestos de trabajo, según reportes de la Fuerza Aérea, que tras una reciente decisión del Gobierno recuperó esta semana las tareas de monitoreo del espacio aéreo y de asignación del turno de arribos y partidas.
Hasta el fin de semana pasado, personal civil se encargaba de esa gestión, pero la presidenta Cristina Kirchner -en medio de una disputa entre APTA y Aerolíneas Argentinas- devolvió a la órbita militar esa responsabilidad.
En este contexto, las fuentes consultadas dijeron que el inconveniente de esta noche en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza «Ministro Pistarini» se debió a una «falta de coordinación entre militares, la PSA y los civiles» que trataban de ocupar sus puestos de trabajo en la torre de control.
Los controladores dijeron incluso que compañeros de ellos se estaban descomponiendo por un exceso de tareas y que, sin embargo, las fuerzas de seguridad no les permitían subir para reemplazarlos en un cambio de turno.
También denunciaron que se había producido un «desplazamiento» de algunos de ellos de la torre de Ezeiza, después de que el Gobierno acusara al gremio que lidera Ricardo Cirielli de haber realizado un «paro encubierto» el fin de semana pasado en Ezeiza para perjudicar a Aerolíneas Argentinas.
Tras un bache de aproximadamente una hora y media en las operaciones de la estación aérea, la situación tendía a normalizarse, según fuentes oficiales.
Quienes sí mantenían vigente una medida de fuerza -que comenzó hace 10 días- eran trabajadores de la empresa de catering Gate Gourmet.
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