Explosión y trágico derrumbe en una vivienda de San Fernando

Una persona de 64 años falleció cuando el techo de la vivienda se le vino encima. Las hipótesis más firmes señalan que el hombre manipulaba un soldador cerca de una garrafa en un taller doméstico. Apuntalaron las casas linderas.

Aún con los ecos todavía no acallados y las heridas abiertas provocadas por los graves derrumbes recientes ocurridos en la Ciudad de Buenos Aires, la noticia ayer se mudó hasta San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, donde una casa se vino abajo, pero no por la acción de construcciones cercanas, sino, aparentemente, tras la explosión de una garrafa de uso doméstico.
Un hombre de 64 años, identificado como Ramón Agüero, falleció cuando el techo de una casa se le vino encima poco después de las 12 del mediodía, cuando probablemente manipulaba una soldadora en un improvisado tallercito casero en el terreno en el que vivían tres familias. Afortunadamente, en el momento del siniestro, estaba solo. Cierto es que la construcción quedó totalmente destruida.
“El hombre murió al caérsele encima el techo de la casa”, informó el jefe de la Departamental del Conurbano Norte de la Policía Bonaerense, Jorge Nasrale, luego de que personal de Policía retiró el cuerpo del lugar, una vez encontrado entre los escombros.
El jefe policial explicó que la explosión pudo ser “de una garrafa o de un tubo de oxígeno mientras soldaba”.
La casa, enclavada en la calle Charlin al 310, entre el pasaje González y Las Heras, del Barrio Aviación, está ubicada frente al conocido Aeródromo de la localidad de San Fernando. La explosión y posterior derrumbe provocó daños en dos casas linderas, que debieron ser apuntaladas tras caerse las paredes medianeras, mientras la onda expansiva destruyó vidrios en viviendas de varias cuadras a la redonda. Sin embargo, el hecho de encontrarse frente al espacio abierto del aeródromo pudo haber hecho que los daños no se hayan incrementado, en virtud de que la onda expansiva encontró así un amplio y abierto sector de fuga.
Según Marta Agüero, hermana de la víctima, la casa “quedó destruida” y la familia aún “no puede entender qué pasó”. No obstante, la mujer confirmó que su hermano estaba trabajando en un “galpón atrás de la vivienda”, y que la esposa estaba en la esquina, donde vive, “por eso no le pasó nada”.
En cambio, añadió Agüero, “la parte de arriba, donde vive la hija de mi hermano, voló toda. Estamos todos consternados” por esto, señaló, y dijo desconocer “qué tipo de herramientas o materiales pudieron dar lugar a una explosión semejante”.
Apenas se consumó el accidente, asistieron al lugar personal de bomberos, efectivos policiales de la Comisaría 4ª y operarios municipales, tras la orden del intendente local, Osvaldo Amieiro.
Un vecino de nombre Samuel, que vive a unos 50 metros de donde se produjo el hecho, relató: “La casa se vino abajo. La cortó por la mitad. Escuché una explosión muy fuerte y todo fue polvo, todo blanco”, indicó. El vecino aseguró que la víctima era “una excelente persona”, y dijo desconocer los motivos por los que se produjo la terrible explosión.
Al respecto, una serie de versiones trascendieron en torno al caso que hicieron referencia a la posibilidad de que haya explotado una garrafa en el interior de la casa.
El arreglo de una instalación de gas o de una camioneta fueron otras hipótesis que circularon, así como también que el yerno distribuía garrafas y que estas se encontraban en el interior de la vivienda.
De todas maneras, ninguna de las versiones fueron confirmadas por la policía, que junto con personal de bomberos trabajó en el lugar para buscar las causas que originaron el hecho. < Fuente: Tiempo El Argentino