Se trata de Fabián Sampietro, de 45 años. Con una «faca» redujo a un penitenciario e inició un reclamo en el pabellón 3. Tres reclusos lo apoyaron. El líder de la revuelta quería la libertad.
Un recluso que lleva más de veinte años preso tomó de rehén a un guardiacárcel durante unas 15 horas en el pabellón 3 de la Unidad Penal 29 de Melchor Romero, en reclamo de beneficios en su situación carcelaria, y desistió de su actitud ayer, cerca del mediodía, tras conversar con autoridades del penal y psicólogos.
El subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia bonaerense, César Albarracín, informó que el líder de la revuelta fue el recluso Néstor Fabián Sampietro (45), quien contó con el apoyo de otros “tres internos, compañeros de pabellón, que en todo momento tuvieron una actitud pasiva y expectante”.
La protesta realizada por Sampietro no es la primera desde que se encuentra detenido, ya que en julio de este año llevó adelante una “huelga seca” al coserse la boca para no ingerir alimentos ni líquidos en reclamo de que se acelerara la resolución de sus causas.
La revuelta, en la que -de manera rotativa- seis guardiacárceles fueron mantenidos como rehenes, se inició anteayer cerca de las 19 en el penal de alta seguridad situado en las calles 520 y 180.
Según contó Albarracín, Sampietro, quien lleva 23 años preso en distintas cárceles acusado de homicidio en ocasión de robo y tenencia ilegal de arma de guerra, sorprendió a un guardia y, bajo amenazas con una púa, en el pabellón 3, donde lo mantuvo como rehén, “hizo un conjunto de reclamos desordenados”, explicó el funcionario. En verdad, el líder del grupo pretendía acceder a la libertad.
Presentaron hábeas corpus
Pasadas las 23.30, ingresó al penal la fiscal Virginia Bravo, quien oyó los reclamos de Sampietro y de otros seis internos, y presentó horas más tarde un hábeas corpus para mejorar sus condiciones de alojamiento y para que se interviniera en la mora judicial denunciada por los detenidos.
Ayer a la mañana, en tanto, un grupo de autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense tomó contacto con el recluso y, tras conversar con él, se logró que cerca de las 11 depusiera su actitud y entregara al rehén.
“No hubo ningún tipo de negociación, sino que se logró que depusiera su actitud”, manifestó Albarracín, quien añadió que todos los guardiacárceles y reclusos resultaron ilesos.
El funcionario adelantó que el preso será sometido a un examen médico, psicológico y psiquiátrico más amplio, y que entre los profesionales decidirán su destino.
A dos meses de su libertad
Albarracín dijo que Sampietro estaba a punto de obtener el año próximo su libertad, aunque lo perjudica su personalidad y tendencia a realizar “este tipo de reclamos desordenados”.
“Sampietro es un interno con un prontuario por distintos delitos y venía progresando favorablemente, tanto que el juez decidió tiempo atrás darle arresto domiciliario con monitoreo electrónico. Estuvo dos meses en esa situación, pero violó el sistema en más de cinco o seis veces y, cuando lo fueron a detener, se atrincheró en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata”, recordó.
Sobre el prontuario del detenido, el funcionario dijo que, entre otros, tiene algunos robos, un homicidio en ocasión de robo, ocurrido en Mar del Plata en el año 1998, tenencia de arma de guerra y que durante un tiempo estuvo alojado en un centro de detención neuropsiquiátrico.
Ahora, con la comisión de un nuevo delito dentro del ámbito carcelario, el de privación ilegal de la libertad, su egreso del penal parece alejarse.
Con transitoria, protagonizó asalto
Néstor Fabián Sampietro está purgando una condena de cuatro años y seis meses por un robo con toma de rehenes que protagonizó el 14 de agosto de 2007 en una carnicería y en una casa ubicada en 5 y 66, informaron fuentes judiciales.
Aquel día, Sampietro, que gozaba de una salida transitoria, irrumpió en el comercio con otro delincuente y redujo al dueño. Luego se metieron en la vivienda de la víctima, donde se encontraban la esposa y el hijo del carnicero. Pero la mujer logró escapar y avisó a la Policía.
Los efectivos rodearon la casa y los ladrones se atrincheraron. “Tengo gente acá”, gritaron varias veces, y amenazaron con matar a los dos damnificados. Pero tras varios minutos de tensión se entregaron y se les incautó un revólver calibre 38 con diez proyectiles.
Fuente: Diario Hoy