La Cámara de Apelaciones de San Isidro entendió que no hay peligro de que se fuguen ni entorpezcan la investigación. Para poder recuperar la libertad, deberán pagar fianzas.
Los cinco condenados por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce recuperarán la libertad, debido a que no hay peligro de que se fuguen ni entorpezcan la investigación, según resolvió ayer la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro.
Los camaristas adoptaron esta decisión al aceptar el hábeas corpus presentado el lunes por las defensas de los hermanos Horacio García Belsunce (h) y John Hurtig; el cuñado Guillermo Bártoli, el médico Juan Gauvry Gordon y el vecino Sergio Binello, en prisión desde hace 12 días.
La Sala I, integrada por Oscar Quintana y Ernesto García Maañón, ordenó que antes de salir libres el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro fije pautas de comportamiento y una fianza “significativa” para García Belsunce y Bártoli, una caución real para Hurtig y una a determinar para Gauvry Gordon y Binello.
De esta forma, los tres imputados de la familia deberán reunir dinero o presentar propiedades para acceder a la libertad en las próximas horas, explicaron sus abogados.
En el juicio oral que terminó el viernes 4 de noviembre, Bártoli fue condenado a cinco años de cárcel, García Belsunce a cuatro, Hurtig a tres y medio, y los otros dos imputados a tres años y, para todos, los jueces ordenaron la inmediata detención.
Los abogados defensores presentaron un hábeas corpus al lunes siguiente de la condena, pero fue rechazado, por lo que reclamaron la excarcelación ante el TOC 1, pero también fue denegada ante el “peligro de fuga” de los sentenciados.
Al volver a analizar el caso, la Sala I entendió que debía aplicarse el mismo criterio que con el viudo de María Marta, Carlos Carrascosa, a quien se le concedió la libertad tras ser condenado (y detenido) en 2007 por encubrimiento.
En su voto, el juez Quintana consideró, en principio, que si bien el TOC 1 puede imponer una pena mientras el fallo no se encuentre firme, los imputados pueden permanecer en libertad, y mencionó jurisprudencia de la Corte Interamericana.
Luego dijo que los condenados “han demostrado un fuerte apego a las condiciones que se les impusieran y han concurrido a todos los llamados e incluso a la audiencia final de debate”, donde sabían que podían quedar detenidos. “De tal modo, no tengo razones para considerar que habrían de fugarse”, remarcó.
El camarista descartó los argumentos de la presidenta del TOC 1, María Elena Márquez, respecto de que podían convertirse en prófugos debido a que contaban con “medios económicos, relaciones sociales, vínculos y educación”, y dijo que no puede compararse, por ejemplo, al médico Gauvry Gordon con los demás.
Sobre las “conductas elusivas” de los imputados, Quintana dijo que los miembros del TOC 1 no especificaron cuáles fueron y quién es su responsable, lo que impide que esto sea rebatido por las defensas.
En tanto, García Maañón aludió al fallo de la Corte Suprema en el caso Verbitsky, que pide “ponderar adecuadamente la necesidad de mantener la detención, o bien disponer medidas menos lesivas”.
El análisis de la situación de cada uno de los imputados
Al analizar la situación de cada uno de los cinco condenados, los jueces consideraron que Gauvry Gordon y Binello “carecen de antecedentes penales y han demostrado arraigo suficiente, trabajo estable y especialmente su sometimiento al proceso”. Incluso, cabe la posibilidad de que se determine que la ejecución de las penas sea condicional. Respecto de Hurtig, García Maañón analizó la frase: “Tengo que demostrarles a mis hijos que estos nueve años no fueron en vano, que hay justicia en la Argentina, porque si no, me tengo que ir a vivir a otro país…”, de la que la jueza Márquez dedujo que podía fugarse. “Esta afirmación no reviste relevancia”, consideró. Sobre García Belsunce (h), se tuvo en cuenta que con “el estado público y mediático de la causa y el apellido que lleva”, si su intención fuera fugarse, “no le resultaría fácil”.
Y de Bártoli, la Sala I valoró su conducta procesal, su contención familiar y arraigo. Todos están alojados en la Unidad 41 de Campana, excepto Binello, que está en la 9 de La Plata.
Fuente: Diario Hoy