El acusado las ultrajaba cuando se bañaban o dormían. Hoy tienen 17 y 15 años. Y padecen graves trastornos. En el juicio surgió que otras dos hermanas y dos primas también habrían sido abusadas.
El Tribunal en lo Criminal nº 4 de La Plata condenó a la pena de 14 años de prisión a un acusado por haber violado en forma reiterada a una de sus hijas biológicas, entre los ocho y doce años de edad, y a una sobrina, cuando tenía diez años, en más de una ocasión.
Lo llamativo de este juicio oral fue que durante las audiencias realizadas en el fuero de 8 y 56, los jueces detectaron que dos hermanas de la hija del imputado y dos primas también habrían sido violadas. Y entonces, se ordenó formar una nueva causa penal.
El condenado es JHB, tiene 45 años, es taxista y su domicilio figura en City Bell. Su nombre no fue dado a conocer para preservar la identidad de las víctimas. El delito establecido en la condena fue el de abuso sexual agravado por el vínculo y abuso sexual en concurso real, según lo señalaron los jueces del Tribunal IV, Emir Caputo Tártara, Gloria Berzosa y Juan Carlos Bruni.
En la sentencia a la que Trama Urbana tuvo acceso, se dejó constancia que la madre de la víctima se reunió con otras madres y luego fueron a interrogar al imputado. Fue en ese momento que JHB se entregó a la Policía.
Al describir el primero de los hechos sindicados, los magistrados dijeron que el acusado JHB abusó sexualmente de su hija biológica en su casa de City Bell. Los ultrajes consistieron “en abusos y tocamientos inverecundos, y maniobras lascivas de diversa índole, entre los 8 y 12 años de edad de la hija del acusado”.
La menor, hoy de 17 años, recordó ante los jueces la “primera ocasión” en que fue violada. En su estremecedor relato indicó que fue cuando su madre le pidió al imputado que bañara a la hija. Ella, por entonces, tenía 8 años de edad. El hombre la tocó con sus dedos en sus partes íntimas.
En la sentencia también se indicó que otro día, “cuando la menor estaba durmiendo, en una pieza junto a sus hermanas menores, el imputado ingresaba desnudo y la tocaba en la cola y en la vagina, y luego le practicaba sexo oral”.
En un segundo hecho, el acusado ultrajó a una sobrina, en más de una ocasión. Según refrendaron los magistrados, “cuando la menor tenía diez años, y estaba dentro de la casa sentada frente a la computadora, el acusado le mostró un video porno, se acercó por detrás y le introdujo su mano por debajo de la pollera y de la bombacha, produciendo tocamientos inverecundos en los pechos y en la vagina de la niña”.
Tiempo después, “las familias de víctima y victimario se habían trasladado a una casa donde trabajaba la tía de esta víctima, vivienda ésta que poseía pileta de natación, y, estando ambos dentro de la misma, el sujeto produjo tocamientos inverecundos en la vagina de la menor, que hoy tiene 15 años de edad”.
Agravantes de la sentencia
Al momento de merituar los agravantes, los jueces tuvieron en cuenta los esgrimidos por la fiscal Patricia Raninqueo: “La prolongación en el tiempo de los hechos cometidos en perjuicio de víctimas con edad que no les permitía un discernimiento suficiente como para haber evitado los abusos”.
El tribunal también ponderó el daño psicológico causado a las menores. La hija del acusado actualmente reinició el tratamiento psicológico debido a que tenía sueños en los que no podía distinguir la realidad. Una perito psicóloga concluyó que la menor “se encuentra detenida en el tiempo, en un momento, subjetivamente, no intelectualmente sino neuróticamente, lo cual importa una traba que le imposibilita rendir frutos y disfrutar de la escolaridad -en donde desde hace dos años cursa el octavo grado-; a la vez que destacó la carga subjetiva que le implica haber sido principal protagonista de la ruptura familiar”.
También se destacó “la pluralidad de víctimas que evidencia un mayor daño causado por el agresor” y “la relación familiar que presenta el imputado con las víctimas”.
Severas críticas a la Fiscalía de Instrucción
Los jueces del Tribunal IV de La Plata deslizaron severas críticas a la Fiscalía de Instrucción porque el acusado fue sobreseído en otras denuncias de similar tenor.
Durante el debate, la menor relató otra clase de mecanismos de abuso sexual por parte de su padre, y que supuestamente fueron provocados a sus dos hermanas y a dos primas.
Los magistrados concluyeron que esas afirmaciones “ameritan investigación por separado”, de modo que enviaron copias de la sentencia a la fiscalía de turno.
Es que, al ser interrogada sobre su reacción antes estos sucesos, la hija del acusado respondió que ella “quería gritar, pero que no lo hacía por miedo, puesto que sólo amagaba para que su papá se fuera”. Dijo que “no gritaba por temor a que su mamá la escuchara y que por ello pensara algo malo”, además de que también “temía a su papá, de que éste le pudiera hacer algo malo”.
Fuente: diariohoy.net