La causa la impulsó la Policía Metropolitana, tras detectar un fotolog en el que presuntamente contactaba a menores. Allanaron su casa. Encontraron armas y material pornográfico.
Lo investigaban desde hace seis meses, cuando la Dirección de Investigaciones Telemáticas de la Policía Metropolitana detectó un fotolog a través del cual llegó a su correo de Hotmail y las publicaciones con las que supuestamente contactaba a chicas de entre 11 y 18 años. ¿Para qué? Según fuentes policiales y judiciales, les proponía “jugar con la cámara, c…, lamer, para hacerla mi mujer”.
Los pesquisas identificaron al presunto pedófilo, localizaron su casa y ayer la allanaron, en Berisso, en un operativo conjunto con detectives de la DDI La Plata. Secuestraron una computadora, teléfonos y material pornográfico en formato digital, entre otros elementos que ahora se analizarán para determinar si este hombre de 38 años, llamado Carlos, integraba una red mayor vinculada a ese deleznable delito, si concretó encuentros y filmaciones con menores, o si todo se limitó al plano de lo virtual. El fue aprehendido y su padre también pasó unas horas demorado, aunque no por esta causa, sino porque en la vivienda los policías encontraron armas, proyectiles y elementos para recargarlos, pero ninguna autorización oficial para tenerlos, dijeron los mismos voceros.
Ayer a la tarde, Trama Urbana se acercó al domicilio del sospechoso, donde horas antes confluyeron decenas de efectivos de la fuerza porteña, la Bonaerense, peritos y medios de comunicación. Ellos ya no estaban y el sospechoso tampoco. Los que sí andaban por allí eran los exsuegros del muchacho.
“El se quedó solo desde que nuestra hija murió, hace más de diez años”, dijo la mujer a este medio, precisando que en la vivienda allanada el acusado vive junto a su padre y su hijito. La suegra admitió que “todo esto nos tomó por sorpresa”, y se mostró convencida de que detrás de las acusaciones “hay una equivocación. Estamos seguros de que es inocente”.
Sí reveló que su exyerno “tiene algunos problemas” y “se pasa todo el día con internet en la computadora”, pero no cree que sean veraces las gravísimas imputaciones.
Allegados a la causa aseguraron que una vez que “se llegó al domicilio del hombre y se localizó su verdadero rostro, los fiscales porteños Martín López Zavaleta y Sandra Guagnino ordenaron que se profundice la investigación”. Según los mismos voceros, “realizaba contactos vía internet, en los que habría concretado citas” con menores” de “la ciudad de Buenos Aires, La Plata o sus cercanías”.
Con esos elementos, el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas n° 3 de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Carla Cavaliere, abrió una causa caratulada “NN a determinar s/infracción art. 128 delitos atinentes a la pornografía (producir/publicar imágenes pornográficas con menores)”. Y, en las últimas horas, la jueza de Garantías n° 5 de La Plata, Marcela Inés Garmendia, extendió un oficio avalando el registro en la vivienda ubicada en 9 y 152, de Berisso.
A eso de las 7.20 de la mañana ingresaron allí los hombres de la Metropolitana y los de la DDI local, encontrando a sus moradores: Carlos, de 38 años, y su padre, de 66. “No tenemos constancia de que allí viva un menor”, aclaró un investigador, refutando los dichos de los exsuegros del acusado.
Lo concreto es que en el lugar secuestraron el CPU de una computadora; cuatro teléfonos celulares de distintas marcas y modelos; una cámara filmadora; un pendrive; 25 videos VHS (muchos con etiquetas de recitales); 20 CD y, en una de las habitaciones, dos escopetas: una Bersa calibre 16 y otra Serrasqueta del calibre 12; además de 210 cartuchos de ambos calibres; pólvora; perdigones; fulminantes para cartuchos de caza; máquinas para el rellenado de cartuchos y cucharas con medidas para la recarga de pólvora y perdigones, detalla el parte de secuestro oficial, al que Trama Urbana tuvo acceso.
Como los moradores no presentaron los permisos correspondientes, se les abrió una causa por “tenencia ilegal de arma y munición de uso civil”, a cargo de la UFI 7 de La Plata. El resto de los elementos fueron girados al juzgado porteño.
No hubo “trata”: se fue con el novio
La adolescente de 15 años que el lunes pasado fue encontrada junto a un joven de 17 en una casa de 153 entre 38 y 39 prestó ayer declaración testimonial -acompañada por un asesor de menores- ante el fiscal Fernando Cartasegna, y aclaró que estaba allí por su propia voluntad.
“Dijo que meses atrás se fue de la casa de su hermana para ir a vivir con este joven, del que se enamoró”, explicó una fuente judicial, descartando de este modo que haya sido víctima de una red de trata de personas.
Bajo esa sospecha se rastreó su paradero, luego de que su madre recibió el pasado mes de septiembre un mensaje suyo pidiendo auxilio. La menor es oriunda de Paraguay y vino a nuestro país para radicarse junto a su hermana y cuidar de sus sobrinos, pero abandonó ese domicilio y no mantuvo ningún otro contacto con sus familiares, excepto aquel misterioso mensaje.
En su declaración ante el fiscal la chica pidió volver con su pareja, completó el vocero consultado.
Un delito aberrante y complejo
Terminado el allanamiento en la casa de Berisso, comenzaron a circular varios rumores en torno a su protagonista. Una versión periodística daba cuenta de que había sido investigado por un supuesto abuso a una menor de su familia. Fuentes policiales y judiciales locales dijeron no tener ninguna denuncia abierta en tal sentido. La pedofilia es un delito tan aberrante como difícil de comprobar y, además, existe un vacío legal en materia de delitos informáticos. Por ahora, son sólo sospechas. “Había material pornográfico, pero una cosa es tenerlo y otra cosa producirlo, distribuirlo o contactar a menores”, resumió un investigador.
Fuente: diariohoy.net