La plaza de La Défense, en París, el centro del distrito financiero y empresarial de la ciudad, pasó a ser el epicentro de las protestas de los indignados, que pretenden instalar en ella un campamento permanente desde el cual quieren mantener su reivindicación en pro de una «democracia real». La convocatoria, difundida a través de las redes sociales y recogida por los medios de comunicación locales, comenzó a las 17.00 hora local (16.00 GMT).
El movimiento de los «indignados» de París se mudó hoy a la plaza de La Défense, centro del distrito financiero y empresarial de la ciudad, con el objetivo de instalar en ella un campamento permanente desde el que mantener su reivindicación en pro de una «democracia real».
El comité organizador había invitado a la gente a acudir a esa explanada con tiendas de campaña, mantas, agua, comida y todo lo necesario para pasar la noche, desafiando la autorización concedida por la prefectura de policía, que expiró a las 21.00 hora local (20.00 GMT).
Pasada esa hora cerca de 500 personas, según pudo comprobar Efe, seguían coreando eslóganes en contra del capitalismo en presencia de la policía, que contaba con casi una treintena de vehículos y por momentos intervino con violencia en su intento por acabar con el despliegue de los manifestantes.
La convocatoria, difundida a través de las redes sociales y recogida por los medios de comunicación locales, comenzó a las 17.00 hora local (16.00 GMT) y, cuatro horas después, se había instalado una veintena de tiendas.
Al grito de «la policía de nuestro lado», una improvisada barrera humana compuesta por parte de los manifestantes alejó de hecho temporalmente el perímetro policial, que tenía la orden de desalojar la zona y estaba reforzado por agentes de paisano.
La movilización de este colectivo en París agrupa a asociaciones como Democracia Real, Acampada París o Les Pas de Noms (Los Sin Nombre), cuyos integrantes organizaron hoy en el lugar una asamblea para coordinar sus próximas acciones.
En caso de que la Policía consiga echarlos esta noche o de madrugada, según contó a Efe una de las participantes, está previsto montar mañana una nueva protesta a la que se unan los manifestantes que han mostrado en Niza y Mónaco su rechazo a la cumbre del G20, que se clausuró hoy en la localidad de Cannes (sureste de Francia).
Con esta nueva acción, explicó hoy a Efe Benjamin, uno de sus responsables, se ha elegido un enclave «más agresivo y capaz de suscitar mayor interés», por representar, al igual que Wall Street en Nueva York, el centro financiero de París.
«Capitalistas fuera», «Atreveos al cambio» o «La deuda pública, un negocio rentable, ¿a quién beneficia al sistema?», eran los lemas de algunas de las pancartas que acompañaron la protesta, que en Francia se gestó hace medio año, pero no ha logrado la misma amplitud que movimientos similares en Madrid, Bélgica o Nueva York.
«Nos quedaremos todo el tiempo posible», indicó Benjamin, quien aseguró que, en caso de que en esta ocasión la mecha tampoco prenda, no va a suponer su fin: «La semana que viene hay una movilización mundial que se llama ’11+11+11: Occupy the World’. El movimiento de los indignados no se acabará jamás».
«Hay gente movilizada desde mayo y que ha participado en unas 150 reuniones. No vamos a parar porque sí. Formamos parte de algo global», añadió el joven, quien denunció que «los políticos están completamente gobernados por las finanzas» y que es necesario que se una a esa reivindicación «cuanta más gente mejor».
por NA