La patinadora porteña de 18 años le dio ayer a Argentina una nuevo presa dorada. Lleva 15 años patinando y cerró su actuación con la rutina libre acompañada de la música de Astor Piazzolla. Su consagración le trajo recuerdos, terminó emocionada y sueña con que el patín sea un deporte olímpico.
Astor Piazzolla acompañó a Elizabeth Soler en su conquista, después de que su coreógrafo pusiera “el alma” para idear el programa libre con que se consagró campeona panamericana de patinaje artístico.
La porteña es una de las más jóvenes de la delegación nacional pero no se achicó, y en una tarde soleada redondeó ayer, en la pista de la Unidad Revolución de Guadalajara, lo que había comenzado a gestar en el día previo: su medalla de oro; la 14ª de Argentina.
Salió seria Elizabeth del escenario, enfundada en su brillante traje negro. No estaba conforme con su actuación, pero no entendía que así y todo había sido la mejor de las 11 patinadoras.
Es que una caída en uno de los giros le desplomó el ánimo y no podía sacarse esa imagen de la cabeza, incluso después de escuchar los puntajes del jurado. (“Estoy un poquito disconforme”, le dijo a Mundo D).
Consciente
Después empezó a valorar lo que había logrado y se fue aflojando. Comenzó a hablar de su familia, de sus entrenadores y de todo el esfuerzo que hizo para llegar hasta acá. Ahí, entonces, sus ojos verdes se humedecieron y demostraron que, por fin, había entendido que es la nueva campeona panamericana.
Elizabeth tiene un recuerdo grabado a fuego de sus tres años: sus padres se perdieron un casamiento para llevarla a entrenar por primera vez patín artístico. “Mi mamá vio una publicidad en la calle de un show a beneficio que se hacía en el barrio y pensó que me podía gustar”, contó la porteña de sus inicios sobre las ruedas.
Ahora, a su propia madre no le gusta verla patinar “porque se pone muy nerviosa”. Pero la corazonada que tuvo hace 15 años hoy tiene sus frutos.
La patinadora complementa sus entrenamientos con danza contemporánea y la prepara-ción física con un entrenador de gimnasia artística. Pero en Guadalajara tuvo que afrontar la competencia sin ninguno de sus técnicos.
“José Luis Ferreiro no pudo viajar, pero es una circunstancia”, minimizó la joven campeona y valoró el apoyo que tuvo de parte de Daniel Arriola, el patinador que ayer le dio una medalla de plata a Argentina.
“Daniel tenía que estar concentrado en su participación y, sin embargo, estuvo siempre a mi lado”, remarcó tras fundirse en un abrazo con el subcampeón.
“Valoro mucho esta medalla. Es producto de mucho sacrificio y mucho esfuerzo durante todo el año”, sintetizó Soler, quien tiene “la ilusión de que el patín sea un deporte olímpico”.
Es que competir por los cinco anillos es lo que le falta a la porteña, que el año pasado se consagró subcampeona mundial juvenil en Portugal.
Fuente: La Voz