El Gobierno provisional libio ha decidido cerrar las visitas al cadáver de Muamar el Gadafi y de su hijo Mutasim en Misrata. Después de cuatro días expuesto en una cámara frigorífica dentro de una tienda de carne -a una temperatura insuficiente para impedir la putrefacción del cuerpo, y cuya puerta se abre y se cierra constantemente -, hoy a las 15.30 los guardias que custodian el cadáver han cerrado el acceso. Un portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT) ha declarado a Reuters que «el público no podrá seguir yendo a visitar el cadáver».
No está claro, sin embargo, qué se va a hacer con el cadáver de Gadafi, cuándo y dónde se va a enterrar. El CNT ha mostrado su intención de sepultarlo en un lugar secreto para evitar que su tumba se convierta en un lugar de peregrinación para sus seguidores. Mientras, en Misrata, una de las ciudades más asediadas por el régimen, las autoridades siguen a la espera de instrucciones sobre qué hacer con el cadáver, aunque rechazan que sea enterrado en su territorio, informa Efe.
La muerte del dictador en lo que parece una ejecución sumaria por parte de los rebeldes, a juzgar por los vídeos en los que aparece aún con vida, continúa suscitando debate. A la petición de la ONU de investigar las circunstancias de la muerte, el ministro de Información libio, Mohamed Shamam, dijo anoche a Efe: «No vamos a plegarnos a una provocación internacional sobre este asunto», y añadió que durante los 42 años de dictadura gadafista ningún país «ni ninguna comisión» viajó a Libia para investigar ningún asesinato.
El CNT también recibe presión por parte de las organizaciones humanitarias para que ataje las represalias contra gadafistas por parte de los rebeldes. La ONG Human Rights Watch ha encontrado hoy 53 cadáveres de leales al dictador en apariencia ejecutados en un hotel de Sirte, la ciudad natal de Gadafi, donde fue capturado y muerto. Por el grado de descomposición de los cuerpos, la organización cree que fallecieron entre el 14 y el 19 de octubre.
El director de emergencias de la ONG, Peter Bouckaert, ha dicho en un comunicado que «algunos tenían las manos atadas a la espalda cuando les dispararon» y que «esto requiere la inmediata atención por parte de las autoridades libias para investigar lo que pasó y que los responsables lo asuman». Human Rights Watch también ha hecho público el hallazgo de restos de 95 personas en el lugar donde Gadafi fue detenido, y que parece que murieron ese mismo día.
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