El Gigante Asiático señaló este viernes (21/10) que tras la el anuncio de la muerte del líder libio Muamar al Gadafi “se abre una nueva página en la historia de Libia”. Beijing se suma de esta manera al bando vencedor cuando queda por delante el reparto del negocio petrolero de Libia, el principal productor y exportador de crudo de África.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgemte24). El Gobierno de China señaló este viernes (21/10) que tras la el anuncio de la muerte del líder libio Muamar al Gadafi que “se abre una nueva página en la historia de Libia” y que es el momento para emprender una transición que “salvaguarde la unidad”.
China, uno de los principales aliados del régimen del líder libio, muerto ayer (20/10), instó hoy a las diferentes facciones libias a poner en marcha un proceso de transición que englobe a todas las fuerzas enfrentadas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró a través de un comunicado emitido en su sitio oficial de Internet su voluntad de que Libia sea protagonista de una progresión basada en una transición política que salvaguarde la unidad étnica y nacional, además de llegar a alcanzar la estabilidad del país. Por su parte, el ministerio de Exteriores también mostró sus deseos de los cambios políticos en Libia permitan al pueblo crecer en su desarrollo y llevar un vida feliz.
Cabe recordar que el pasado mes de marzo, China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se abstuvo en la votación que finalmente aprobó una zona de exclusión aérea en Libia y mostró su condena a los posteriores bombardeos contra el régimen de Gadafi. Rusia siguió los pasos chinos por idénticas razones (no interferencia en cuestiones internas como excusa, el petroleo como realidad).
Tiempo más tarde, el Gobierno chino terminó admitiendo a los rebeldes como un posible enlace en sus relaciones con Libia.
Y fue solo hace un poco más de mes, a comienzos del mes de septiembre, qie el Gobierno de China reconoció que empresas de armas de su país tuvieron contactos en julio pasado con representantes del entonces depuesto líder libio Muamar al Gadafi para proveerle de armamento en las semanas previas a la toma de Trípoli, aunque dijo que se llevaron a cabo sin su conocimiento.
“Después de haber realizado algunas verificaciones, hemos comprobado que el régimen de Gadafi envió a su gente a China para mantener contactos con ciertos individuos de empresas chinas en julio, sin ponerlo en conocimiento del Gobierno” , había reconoció en rueda de prensa la portavoz de turno de la cancillería china, Jiang Yu.
Las empresas chinas “no han firmado ningún contrato de comercio de armamento de Libia ni tampoco han suministrado exportaciones militares a Libia”, agregó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
No obstante, Jiang declinó aclarar a la prensa cómo se pudo llevar a cabo un encuentro entre ambas partes sin conocimiento del Gobierno, por lo que las sospechas de participación estatal siguen, especialmente porque el régimen chino no es uno que se caracterice por su pasividad en términos de control social y empresarial.
El diario estadounidense The New York Times indicó además que empresas chinas ofrecieron a Gadafi armas y municiones antes de la toma de Trípoli, según unos documentos del régimen libio encontrados por un periodista canadiense y que, según los rebeldes, son auténticos.
Según estos documentos, las compañías chinas de armas implicadas estaban controladas por el Estado y ofrecieron a Gadafi lanzacohetes, misiles antitanque o misiles para derribar aviones, entre otras armas y municiones.
La portavoz evitó entonces también comentar la información publicada por el rotativo relativa a que las compañías china sugirieron enviar las armas a través de terceros países, como Argelia o Sudáfrica.
La noticia del The New York Times se publicaba cuando China no ha reconocido todavía oficialmente al gobierno de transición libio, en manos de los rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT) , y después de que éste pusiera en duda los acuerdos petroleros con Beijing, al no haber respaldado los ataques de la OTAN contra Gadafi.
Tras ser uno de los más importantes aliados del régimen de Gadafi, Beijing cambió su discurso en las últimas semanas con la intención de participar en la reconstrucción del país africano. Con la muerte de Gadafi, el cambio termino de materializarse.
China se suma de esta manera al bando vencedor. Claro, por delante está el reparto del negocio petrolero de Libia, el principal productor y exportador de crudo de África.
China compra un 11% de su producción petrolera a Libia, equivalente a 1,5 millones de barriles diarios o a un 3% del consumo del país asiático, el segundo mayor consumidor del mundo.
Además, Beijing tenía en Libia medio centenar de proyectos de energía, telecomunicaciones e infraestructuras valorados en unos US% 18.800 millones en los que trabajaban unos 35.000 obreros chinos, evacuados al iniciarse la rebelión en febrero pasado.
Para que no quede dudas, China, que en los últimos meses pasó de considerar a Gadafi como el «hombre fuerte» de Libia a calificarlo desde ayer como un desequilibrado, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
«China no mira solamente sus intereses egoístas», explicó una portavoz china en cuanto al cambio de actitud de la segunda potencia económica con respecto a Libia, tras iniciar contactos en pleno conflicto con el Consejo Nacional de Transición (CNT), el gobierno rebelde, y apoyar su presencia en la ONU.
«Hemos sostenido una postura objetiva al pedir el final del conflicto. Además, creemos que la soberanía, la independencia y la integridad territorial debe ser respetada», prosiguió la portavos del Ministerio de Relaciones Exteriores en una segunda comparecencia, quien añadió que «China siempre ha respetado la elección independiente del pueblo chino y el papel del CNT para resolver el problema».
La funcionaria china añadió que las relaciones entre China y Libia habían sido siempre «normales» y «basadas en el respeto mutuo, la igualdad y el beneficio mutuo».
Preguntada por si el Ejecutivo chino ha mantenido contactos con el CNT tras la muerte de Gadafi, Jiang respondió que «la embajada china en Libia está trabajando y ha mantenido vías de comunicación sin contratiempos con Libia».