Delincuentes sorprendieron a un hombre y a una mujer,en Palermo y en Belgrano,cuando iban con sus mascotas, señala Diario Crónica.
Les metieron el perro. En pocas horas, en las inmediaciones de dos edificios porteños, una mujer y un hombre fueron sorprendidos por grupos de delincuentes con fines de robo cuando regresaban de pasear a sus perros. En uno de los sucesos, el can del sujeto se abalanzó sobre los maleantes provocando su huida cuando intentaban ingresar al inmueble. En el segundo golpe, la joven no corrió la misma suerte y fue maniatada en su departamento junto a su esposo y su hijo, sufriendo la pérdida de objetos de valor. Ambos episodios son testimonio de la puesta en marcha de una nueva modalidad delictiva, en la que aguardan que sus víctimas salgan con sus mascotas y así “meterles el perro”.
Cuando se aprestaba a subir al ascensor de su edificio, en Las Heras 2297, Julián Paz, de 54 años, fue interceptado por dos sujetos armados, quienes bajo amenaza de arma fuego le exigieron dirigirse a su departamento, el último lunes a las 23.
Paz regresaba a su propiedad luego de sacar a pasear a su perro, un boyero berna, que al advertir que su dueño corría peligro, se abalanzó contra los desconocidos, a pesar de tener la correa puesta, provocando la fuga de los cacos.
Posteriormente, la víctima dio aviso al personal policial de la comisaría 19ª, que desplegó un intenso operativo rastrillaje pero sin poder localizar a los asaltantes.
En otro edificio, situado en La Pampa 887, en el barrio porteño de Belgrano, casi 24 horas después del atraco en Palermo, el último martes a las 21.30, una mujer de 30 años fue interceptada en la puerta de calle por un delincuente, quien extrajo un arma de fuego y la obligó a ingresar a su inmueble con él y al menos un cómplice que aguardaba en la esquina. La joven, de la misma manera que en el primer suceso, minutos antes también salió con su can para que hiciera sus necesidades.
Empujada por las amenazas, la víctima arribó a su departamento, situado en el cuarto piso, con los malhechores, quienes la maniataron junto a su esposo y su hijo, menor de edad, que se hallaban en el lugar.
La familia fue posteriormente encerrada en un baño, aprovechando los visitantes para alzarse con dinero, joyas y demás objetos de valor.
Ambos golpes delictivos alarmaron a los vecinos y principalmente a las autoridades policiales ante la puesta en marcha de una nueva modalidad de asalto.
Fuente: Crónica