En un partidazo le ganó a Olimpia 3-2 a cinco minutos del cierre y se clasificó a 4tos de final; posiblemente jugará con Universidad de Chile, que goleó a Flamengo
El que se vio en el final fue un Arsenal distinto al habitual, avanzando con cuatro delanteros, buscando el grito de la clasificación, ya que en Asunción habían igualado sin tantos. El 3-2 sobre Olimpia y el consecuente pase a los cuartos de final de la Copa Sudamericana (jugará probablemente con Universidad de Chile, que anoche en el choque de ida apabulló 4-0 a Flamengo, en Río) llegaron a cinco minutos del cierre, en un partido que ya había entregado muchas emociones, pero que se había guardado el festejo de Gustavo Blanco Leschuk, el atacante de 19 años que hizo ingresar Alfaro y que en la primera pelota que tocó le dio el triunfo a su equipo.
Los 8000 paraguayos que estuvieron presentes en Sarandí se fueron masticando bronca, luego de que Olimpia se recuperó de dos goles de desventaja en un primer tiempo eléctrico, con muchas llegadas sobre ambos arcos y buenas acciones individuales y colectivas.
Fue especialmente de ida y vuelta, ninguno de los dos especuló y se jugó como una verdadera final: con garra, pero también con ambición y buen juego, remates y situaciones de riesgo que mantuvieron entretenidos a propios y extraños.
Y eso que en los primeros minutos había arrancado mejor Olimpia (a los 28 segundos Caballero se perdió un gol solo debajo del arco), aunque el local también respondió.
Allí fue cuando se destacó Adrián González, primero con un tiro libre desde la derecha para el cabezazo de Trombetta y después con una asistencia desde la mitad del campo para el pique de Zelaya, que definió de zurda y de emboquillada ante Silva.
Hasta allí, el único punto negativo para el local había sido el enfrentamiento de la policía con la barra de Arsenal, que a los 30 minutos pretendió forzar los molinetes para ingresar; hubo una pelea y la fuerza de seguridad terminó dispersando con balas de goma.
Pero el conjunto paraguayo reaccionó muy bien y, desde el juego de Vladimir Marin, en siete minutos, empató el encuentro: descontó con un tiro libre de Zeballos que se metió en el ángulo superior derecho de Campestrini (molestado por el sol) y luego convirtió con una jugada preparada de lateral -nuevamente Zeballos-, que aprovechó un rebote del arquero ante el cabezazo de Caballero.
La intensidad bajó un poco en el segundo tiempo, pero ambos siguieron buscando pese a que a Arsenal se le complicaba encontrar los espacios y dependía de los fouls que podía generar cerca del área rival para sacar provecho a las pelotas paradas .
Campestrini fue clave también en la clasificación ya que, aun en el 2-2, evitó dos situaciones de Olimpia ante remates de Ariosa y Caballero.
La bronca del DT Pelusso pasaba porque su equipo hacía fouls cerca de su área, lo que podía potenciar un recurso muy utilizado por Arsenal. Y por esa vía fue como, a cinco minutos del final, un nuevo tiro libre de Adrián González fue peinado por Burdisso (el arquero Silva salió a destiempo) y Blanco Leschuk, que había ingresado hacía dos minutos, terminó anotando el gol de la victoria. El tanto debió anularse porque el delantero mendocino estaba en posición adelantada, pero el árbitro Ubiacro no lo observó.
Como reconoció Alfaro, este equipo es distinto al que fue campeón en 2007, pero nadie les quita la ilusión.
Fuente: La Capital