El proyecto apunta a toda la Ciudad, pero afectará principalmente a Puerto Madero, donde miles de oficinistas estacionan gratis a diario. Las tarifas variarían según la zona y el día. Habría montos fijos para recitales y partidos.
Entre los problemas cotidianos que se dan en el tránsito porteño, producto del aumento de vehículos y de la imprudencia de conductores y peatones, uno de los que más acaloramientos genera es el estacionamiento. En zonas céntricas, pero cada vez más seguido en los barrios, conseguir un lugar para dejar el auto se convirtió en una misión imposible. Una de las alternativas que maneja la Legislatura porteña es instalar más tickeadoras, regular el estacionamiento con diferentes tarifas y sobre todo poner énfasis en eventos especiales, como puede ser un partido o un megarecital.
El proyecto de ley, impulsado por el diputado peronista Claudio Palmeyro, abarcaría todas las comunas de la Ciudad. Y se deduce que uno de los barrios más afectados será Puerto Madero, por su cercanía con el Micro y Macrocentro, y por la cantidad de autos que recibe todos los días sin costo alguno. Claro, muchos oficinistas que trabajan en el Centro aprovechan para dejar su vehículo cerca del Río de La Plata y evitar los elevados montos de las playas privadas. Todavía no hay precisiones sobre las calles o avenidas que estarían afectadas, decisión que corresponderá al Ejecutivo. “El proyecto no impone una zona específica, sino que es para toda la Ciudad. De cualquier manera, la idea es reservar espacios para los residentes de la zona”, explicó Palmeyro sobre la excepción que se hará con aquellas personas que vivan a 500 metros del estacionamiento medido. “Tampoco es necesario instalar tickeadoras. Se podría aplicar el pago a través del celular o de Internet”, agregó.
El hecho de aumentar las zonas de estacionamiento pago implicará también reordenar las tarifas. Si bien la idea es subir el mínimo a tres pesos (actualmente la hora cuesta $1,40), los montos podrán variar según la zona, el día y en caso de situaciones especiales, como recitales o espectáculos deportivos. En estas situaciones específicas, la ley establecerá precios definidos para evitar el accionar deliberado de los trapitos. Además, se estudia la posibilidad de estacionar a 90 grados para optimizar el espacio público.
Fuente: La Razón