La Paz, 26 sep (PL) El presidente boliviano, Evo Morales, anunció que convocará un referendo de las regiones de Cochabamba y Beni acerca de una vía que deberá unir a las dos regiones, pero que rechaza una marcha indígena.
Morales, quien este domingo en la localidad amazónica de San Antonio se reunió con pobladores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), adelantó además la promulgación de una ley que prohíba los asentamientos ilegales en esa zona, uno de los reclamos de los originarios que piden la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
Para el jefe del Estado Plurinacional la idea del sondeo parte del principio del Ejecutivo de «mandar obedeciendo al pueblo».
Asimismo explicó que ese camino permitirá mayor integración y la posibilidad de llevar a las comunidades educación y salud, entre otros beneficios.
Respecto a la marcha dijo que tiene tintes políticos y está influenciada por personas que nunca quieren que los indígenas mejoren su situación económica y social.
Hace una semana, Morales inició este tipo de consultas por la localidad de Santo Domingo, en la zona norte del Tipnis.
En esa dirección, anunció que continuará con reuniones similares el próximo 1 de octubre, en la población de Aroma o en Villa Bolívar, para que se organicen sindicatos, si fuera necesario.
Por otra parte, la Policía Nacional informó que sus efectivos destacados en Yucumo – donde una vigilia de colonos apuesta por detener la caminata- debieron intervenir ante ambos bandos para evitar más violencia y enfrentamientos, así como detuvieron a varios participantes en la protesta.
De acuerdo con ese informe, los indígenas intentaron rodear la barrera policial de seguridad que se instaló en inmediaciones de Yucumo, para evitar nuevos choques.
Hostigados por esa actitud de provocación y ante una inminente agresión, la fuerza del orden utilizó gases antimotines para dispersar a los marchistas y retuvo a los más violentos con fines de investigación.
También señalan que algunos policías recibieron lesiones y la operación llegó además hasta la vigilia de los campesinos interculturales que bloqueaban la carretera y abrió la ruta.
Este domingo, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, afirmó que toda esa violencia tiene detrás un plan bien diseñado.
Navarro explicó a medios estatales que el momento más crítico de esa maniobra opositora fue el secuestro la víspera del canciller David Choquehuanca.
Navarro, quien acompañó al jefe de la diplomacia en los esfuerzos de diálogo en la localidad de Limoncito (Beni, opinó que la marcha tiene una posición política, ahora alentada por personas resentidas del cambio iniciado en 2006, entre ellas el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz.
La caminata partió el pasado 15 de agosto de la ciudad de Trinidad con rumbo a La Paz en protesta por la carretera que unirá al occidente con el oriente del país suramericano y pasa por el Parque Nacional Isiboro Sécure.
Para el Ejecutivo, más allá del rechazo a la vía por supuestos daños al medioambiente, tras la movilización se esconden intereses políticos y vínculos con Organizaciones No Gubernamentales y la embajada de Estados Unidos.