BAHÍA BLANCA.- Arsenal y Olimpo se repartieron los goles y el protagonismo. El público de ambos equipos vivió momentos límite en lo emocional. El triunfo consolidado de Arsenal cuando se jugaban dos minutos del segundo tiempo e iba 2 a 0 y la desazón de Olimpo, que parecía entregado, sin ideas, hacían presagiar un final cantado. Sin embargo, el resultado estuvo en las antípodas. El ingreso de Andrés Franzoia en Olimpo le cambió la cara al partido. Al final, fue 2 a 2.
A los 39 minutos del primer tiempo, se produjo una joyita: el gol de Lisandro López de chilena, luego de un córner desde la izquierda de Trombetta; una acción acrobática que quedará guardada en la memoria de muchos.
Olimpo había tenido más chances. Su punta de lanza había sido Bareiro; detrás, Furch, que disparó en varias ocasiones contra el arco de Campestrini, siempre con buena reacción del arquero.
Gustavo Alfaro, un reconocido estratega, supo contener a Olimpo: conocía el secreto de trabajarlo por el medio y avanzar por los laterales. Los avances de Diego Torres y del Marciano Ortiz y la pelota parada fueron las armas de Arsenal en un primer tiempo que les dio tranquilidad.
Durante el segundo período, Arsenal sorprendió desde el arranque. Una buena acción de Obolo derivó en Zelaya que, solo, superó a dos defensores y probó al segundo palo con un remate en diagonal, que descolocó a Tombolini. Era el 2 a 0.
Para Olimpo parecía todo perdido. Pero no bajó los brazos y el esfuerzo dio sus frutos. A los 28 minutos, el ingresado Franzoia llegó hasta cerca del arco contrario, superó la firme defensa de Arsenal y entregó un centro a Rolle, que convirtió el descuento. Comenzó el entusiasmo local.
Dos minutos pasaron, y Rolle convirtió el segundo, otra vez con la asistencia de Franzoia. Y más tarde, Franzoia le hizo un sombrerito a Campestrini, pero la pelota pasó por arriba del travesaño. Furch tuvo a su alcance el tercero, pero no pudo, y Arsenal, pese a haberse desordenado en el fondo, en un contraataque llegó con Ortiz. Un final electrizante. Arsenal pudo haberse ido con la victoria y Olimpo festejó el empate como si fuera un triunfo.
ROLLE: EL MÉRITO ES DEL EQUIPO
Martín Rolle, autor de los tantos de Olimpo, evitó el triunfalismo. «Tuve la suerte de hacer los goles, pero el mérito fue del equipo. Nunca bajamos los brazos», dijo.
ALFARO: EL PROBLEMA ES DE LOCAL
Gustavo Alfaro tuvo otra mirada: «El problema nuestro, en realidad, es como local: perdimos los cuatro partidos»
Fuente: La Nación