NACIONES UNIDAS (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó el miércoles el plan palestino de buscar la bendición de la ONU para ser reconocido como Estado mientras intentaba evitar una crisis que afectaría la posición global de Washington y aislaría a Israel.
Hablando a los líderes mundiales en la sesión de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, Obama -cuyas previas iniciativas de paz han logrado poco- hizo hincapié en las dos partes para superar un estancamiento de un año y regresar a la mesa de negociaciones.
«Estoy convencido de que no hay un atajo para terminar un conflicto que ha durado décadas. La paz no vendrá a través de comunicados y resoluciones en las Naciones Unidas», indicó Obama en su discurso.
Mientras enfrenta problemas económicos y bajos niveles en los sondeos de opinión en su país y creciente dudas sobre su liderazgo en el exterior, Obama está interviniendo en la diplomacia de Oriente Medio en un momento crítico para su presidencia y la credibilidad de Estados Unidos en el mundo.
Tiene por delante el arduo desafío de reafirmar la influencia de Washington en la región disuadiendo a los palestinos de seguir adelante con una iniciativa para buscar un Estado en el Consejo de Seguridad de la ONU esta semana, ante las objeciones de Israel y la amenaza de veto estadounidense.
Pero había pocas expectativas favorables para Obama, sobre todo por las profundas diferencias que persisten entre las dos partes, por lo cual podría tener que conformarse con contener el daño.
El Gobierno de Obama y el de su aliado Israel dicen que sólo las conversaciones de paz directas pueden conducir a la paz con los palestinos, que como respuesta sostienen que casi dos décadas de negociaciones frustradas no les dejaron otra opción que recurrir al organismo mundial.