El 10 condujo, fue el motor del juego de Olimpo y con un tiro libre precioso se coronó como la figura de la noche.
Que Martín Rolle juegue de enganche, de creador, libre, flotando atrás de los delanteros, es un respiro para el fútbol argentino. De Felippe tiene en Rolle a un enganche. Y con todo lo que eso significa. La transformación del dibujo táctico que eligió el entrenador de Olimpo le vino de diez al diez. Anoche, Rolle le madrugó la espalda a Carboni cada vez que pudo. Desde allí, guió cada jugada ofensiva de Olimpo. Al minuto, controló en el vacío que encontraba entre los defensores y los volantes, y probó con un tiro que sorprendió a todos y que besó el palo derecho de Lucchetti. Apenas un aviso de la peligrosidad que significaba la zurda del goleador de Olimpo en el torneo, uno a Vélez, otro a Belgrano y el de ayer.
A los 26 del primer tiempo, un tiro libre de manual coronó el tercer gol de Rolle en el torneo y la conclusión de que el 10 de Olimpo es un jugador completo, un conductor que además de pensar, concreta. Ahora, jugando de armador, de pasador, algunos pases detrás de Furch y Bareiro. Es el jugador “táctico”, según el libreto de Ricardo La Volpe, o el “cerebro” que para Sabella el fútbol argentino ha perdido. Zurdo, petisito y atrevido, Martín Rolle fue una brisa de aire fresco en una noche signada para el revoleo y la imprecisión.
Martín, que se fue reemplazado sobre el final, hizo foco en la fatiga: “En el segundo tiempo sentimos la seguidilla de los partidos. Nos empatan en una jugada aislada, pero tuvimos algunas chances más”. La figura de la noche concluyó: “Este equipo ha cambiado, y ya no somos los mismos del año pasado. Es un punto importante. Ya nos van a salir mejor las cosas”.
Fuente: Olé