El paradero de Alberto Giménez, condenado a diez años de prisión por el asesinato de Brian, continúa sin conocerse por lo que sigue la búsqueda por parte de la familia Aponte y la Policía. “Desde la fiscalía nos aseguraron que siguen las investigaciones para encontrarlo pero el tiempo pasa y no hay novedades”, cuestionó Eduardo, padre de Brian, en diálogo con Info Región. Señaló que si no hay avances, tomarán “medidas para reclamar a las autoridades que intensifiquen los trabajos porque un delincuente está suelto”.
A más de cuatro meses de la sentencia, continúa prófugo Alberto Giménez, uno de los condenados por el asesinato de Brian Aponte, ocurrido en junio de 2008, en Monte Grande durante un intento de robo. Los familiares de Brian indicaron ayer que “siguen avanzando las investigaciones pero no hay rastros del asesino”. “Los meses pasan y no hay novedades concretas”, lamentaron.
“Desde la fiscalía nos aseguraron que siguen las investigaciones para encontrarlo pero el tiempo pasa y no hay novedades. Además, la gente no declara si lo vio y eso complica el panorama”, señaló Eduardo Aponte, padre de Brian, en diálogo con Info Región.
Asimismo, apuntó que esperarán por novedades y de no ser así tomarán “medidas para reclamar a las autoridades que intensifiquen la búsqueda porque un delincuente está suelto”.
Giménez está prófugo desde el día en que se leyeron los alegatos en el juicio ya que luego no asistió a la jornada en que los jueces de la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Lomas de Zamora lo sentenciaron a diez años de prisión y desde ese momento no conocen su paradero.
“La búsqueda está complicada. Exigimos que se dé con el paradero de este joven para que cumpla su pena por haberle quitado la vida a Brian cuando tenía 16 años y sólo para robarle”, apuntó Eduardo.
Brian Aponte fue asesinado el sábado 7 de junio de 2008 cuando se dirigía a la Escuela de Educación Técnica 1 de Monte Grande a jugar un partido de vóley. A pocas cuadras del lugar, en el cruce de las calles Battipedes y Pedro Fariña, un grupo de jóvenes lo interceptó y le exigió que les entregara todas las cosas que llevaba. Unos minutos después, recibió un disparo en el estómago por el cual lo trasladaron de urgencia al hospital Santamarina, adonde llegó sin vida.
En el juicio, que comenzó el 27 de abril y se desarrolló durante cuatro audiencias, Giménez y Emiliano Vilchez- que en el momento del crimen tenían 17 y 16 años respectivamente- fueron juzgados a 10 y 8 años de prisión. Ante esta situación, los padres quedaron disconformes con la pena otorgada y decidieron presentarse ante la Cámara de Casación para que revea el caso.
“Reclamamos que se tomen las medidas correspondientes para que lo encuentren. Pedimos a la justicia que accione como debe”, concluyó Eduardo.
Fuente: InfoRegión