El kirchnerismo y su mala relación con la prensa


Un trabajo realizado por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) marca las grandes distancias que existe entre el periodismo y el gobierno kirchnerista. Qué piensan los periodistas sobre el desarrollo de la prensa en la administración K. Números que dejan en claro la enorme distancia existente entre el gobierno y los profesionales de la comunicación.

El nuevo veranito económico que vive la Argentina nuevamente en base al precio de las comoditties, ha vuelto a renacer el viejo sueño K de eternizarse en el poder, mostrando la peor fachada del poder oficial, que es hacer caso omiso a los problemas reales de la población, y sumergirse en las mezquindades políticas que tanto daño le hacen a la Argentina.

En momentos donde la relación entre el gobierno nacional y la prensa independiente pasa por una enorme contrariedad luego de las palabras del ministro del Interior Florencio Randazzo cuestionando el accionar de los medios de comunicación por haber dado lugar a las denuncias de la oposición sobre un supuesto fraude en las Primarias del 14 de agosto, la opinión de los periodistas sobre el gobierno siempre es importante de escuchar.

El año pasado, el expresidente Néstor Kirchner había dicho en un acto político que “la principal oposición es la concentración mediática”, a lo que la presidenta Cristina Fernández redobló la apuesta, y ante las denuncias que salían en la prensa sobre supuestos actos de corrupción en su gobierno, aseguró que “algunos periodistas deben darse la antirrábica”.

La estrategia del oficialismo es la de ubicar a la prensa en el lugar de actores políticos, con intereses políticos propios que van mucho más allá de comunicar, sino que se ponen de lleno en el papel de militantes políticos.

Un estudio efectuado por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) sobre el clima de la actividad periodística en nuestro país, el cual marca la mala relación que existe hoy en día entre el oficialismo y la mayoría de los profesionales de la prensa.

El trabajo de FOPEA se realizó a 943 periodistas a lo largo y ancho del país, y el mismo deja aportes a tener en cuenta en cuanto al desarrollo de la profesión periodística en la Argentina. El primero de ellos es que el 58 por ciento de los consultados define al periodismo actual como condicionado, y el 55% de los periodistas considera que el trato que otorga la administración de Cristina Fernández es mala o muy mala.

Otro dato a tener en cuenta es que el 38% de los periodistas entrevistados aseguró haber recibido llamadas o acciones coercitivas de funcionarios públicos, mostrando a las claras el nivel de “sensibilidad” que reina en la función pública sobre lo que hacen o dejan de hacer los medios y periodistas.

De las llamadas recibidas por parte de los profesionales de la comunicación, el 31% de las mismas corresponden a funcionarios relacionados con el Gobierno nacional, mientras que el 63% de los periodistas respondieron que los mismos se debieron a personas que tienen que ver con diferentes gobiernos municipales y provinciales.

Como puede verse, la relación del oficialismo con los medios de comunicación ha pasado por muchas etapas, desde el enamoramiento inicial a una crítica mordaz a muchos de ellos, e incluso como se ha podido ver en el último tiempo, participando en forma activa en la creación de muchos medios privados a través de la chequera del gobierno nacional como lo es el reparto de la publicidad oficial, beneficiando a los amigos y perjudicando a los llamados “enemigos”.

Desde la recuperación de la democracia en 1983, los medios han pasado a ser un factor esencial de poder en la Argentina, ya que lo que se dice en los mismos repercute con una opinión, negativa o positiva, en forma inmediata en la población.

El kirchnerismo, poco afecto a la crítica, no tolera a los medios independientes que informan realmente lo que sucede en la Argentina, y desean que los medios comuniquen la realidad «dibujada» que se ve en la Casa Rosada, tratando de que se le de a la población en general, un «Diario de Yrigoyen», que pocos están dispuestos a comprar hoy en día.

Puede verse que el kirchnerismo toma como “enemigo público número uno” a la prensa que da a conocer las denuncias que vinculan a funcionarios del gobierno con hipotéticos casos de corrupción, sin caer en cuenta que lo que hace el periodismo es cumplir con su misión, que es informar lo que sucede, no importando a quien toque, y seguir consolidándose de esa manera como el cuarto poder.
Fuente: www.agenciacna.com.ar