Cesare Battisti -56 años, ex miembro del grupúscolo Proletarios Armados para el Comunismo (PAC)- subrayó hoy que pide «perdón» por las víctimas del terrorismo, condenando la lucha armada. Battisti se encuentra libre en Brasil mientras Italia pide su extradición.
Como ocurre desde hace ya tiempo el caso de Cesare Battisti, un ex terrorista de izquierda activo en los ‘años de plomo’ de Italia, sigue afectando a las relaciones entre Roma y Brasilia.
En una entrevista a ANSA, Cesare Battisti -56 años, ex miembro del grupúscolo Proletarios Armados para el Comunismo (PAC)- subrayó hoy que pide «perdón» por las víctimas del terrorismo, condenando la lucha armada, pero precisando sin embargo que no cree en el «arrepentimiento: es una hipocresía, un sinónimo de delación, un concepto religioso».
Los PAC fueron uno de los grupos de la extrema izquierda italiana responsable de atentados y homicidios hacia finales de los años ’70, en la época en la que eran muy activas también otras organizaciones comunistas que defendían la lucha armada, como las Brigadas Rojas, que secuestraron y mataron al ex premier democristiano Aldo Moro.
El ex terrorista italiano se encuentra en libertad desde hace tres meses, tras haber salido de la cárcel por orden del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasilia, que el 31 de diciembre pasado ratificó el rechazo de la extradición reclamada por Italia previamente decidido por el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
En Roma, Battisti fue procesado -y condenado a cadena perpetua- hace ya años por haber participado en cuatro homicidios, junto a otros militantes de los PAC.
Tras fugarse de una cárcel en el 1981, huyó primero a Francia, luego a México y por último a Brasil, donde fue capturado y encarcelado, en el 2007.
El firme ‘no’ de Lula a Roma fue precisamente el hecho que generó, desde hace tiempo, el corto circuito sobre el caso Battisti, envenenando las relaciones bilaterales, con incomprensiones y acusaciones mutuas entre las dos capitales.
Desde Italia, hoy llegó una oleada de nueva reacciones y comentarios contra Battisti, quien en su entrevista con ANSA admitió sus «responsabilidades políticas» en la violencia que sacudió a Italia en los años ’70, excluyendo en cambio cualquier tipo de responsabilidad en el plano «militar».
«Las de Battisti son declaraciones horribles, que no merecen respuesta de las instituciones», destacó el canciller italiano, Franco Frattini, mientras su colega de la Defensa, Ignazio La Russa, sostuvo que frente a la actitud de Battisti, Italia debería dar «un paso diplomático» con Brasilia.
La indignación del gobierno fue compartida por la principal fuerza de oposición, el Partido Democrático (PD, centro-izquierda), a través de su responsable para América Latina, Francesca D’Ulisse.
«Las últimas declaraciones de Battisti contienen palabras que indignan y ofenden los parientes de las víctimas de su violencia», dijo D’Ulisse, quien pidió que «se activen todas las medidas diplomáticas para que se convoque cuanto antes la comisión de conciliación Brasil-Italia».
Entre quienes desde Roma reaccionaron contra Battisti figuran también algunos de los hijos y familiares de las cuatro víctimas por cuyo asesinato el ex terrorista fue condenado en Italia.
Fuente: Ansa Latina.