La Unidad de Información Financiera (UIF) pidió ser parte de la querella en la causa contra Sergio y Pablo Schoklender, ex apoderados de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, por presunta asociación ilícita y fraude al Estado en el manejo de los fondos públicos para la construcción de viviendas sociales a través del programa “Sueños Compartidos”. Sin embargo, el titular de la UIF, José Sbatella, es investigado por haber demorado un año en hacer la denuncia contra Schoklender.
En una causa paralela al expediente principal que lleva el juez Norberto Oyarbide, el magistrado Sergio Torres, con impulso del fiscal Guillermo Marijuán, investiga una denuncia en la que se acusa a Sbatella por la demora en llevar a la Justicia las denuncias que un año antes habían hecho ante la UIF dos diputadas de la Coalición Cívica, Elsa Quiróz y Maricel Etchecoin. Quiróz ya declaró ante el juez y ratificó todo lo que había dicho, inclusive que su denuncia había sido “cajoneada” y que hubo “complicidad” de la UIF con Schoklender y la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Pese a esta investigación paralela, Oyarbide analiza el pedido de la UIF para ser querellante. Fuentes judiciales estimaron que formalmente no habría ningún impedimento para que el juez acceda al pedido, porque, explican, en esa investigación que lleva Torres, está denunciado personalmente Sbatella y no la UIF como institución.
Fuente: La Razón