La decisión del peronismo cordobés de bajar sus candidatos a diputados nacionales y disciplinarse a la directiva nacional del Frente para la Victoria, marcan hoy día el ritmo político en la Docta. Por qué José Manuel de la Sota, tantas veces denostado desde Olivos, resolvió dejar de lado sus diferencias con el oficialismo y subordinarse a los mandatos K.
La excelente performance de Cristina Fernández en las Primarias del pasado 14 de agosto, parece haber roto cualquier tipo de resistencia que tuviera el proyecto kirchnerista al interior del peronismo, viéndose en las últimas horas a antiguos enemigos del oficialismo cruzarse de bando y pasar ahora a revistar dentro de la órbita K.
Uno de los nombres que seguramente sorprendió el fin de semana con su subordinamientos a los dictados de la Casa Rosada, es el del mandatario electo por la provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota, que decidió que el peronismo mediterráneo bajara su lista de candidatos a diputados nacionales para el mes de octubre y se apoyara entonces a los candidatos del Frente para la Victoria en la provincia.
De la Sota, un hombre cercano a Néstor Kirchner durante su mandato presidencial, pero que una vez que dejó la gobernación mediterránea en 2007, se alejó paulatinamente del kirchnerismo, quedando muy marcado su apoyo a los ruralistas durante el conflicto entre el campo y el gobierno en el 2008, y a partir de ese momento cuasi demonizado por el propio poder K, lo que hizo que se le negara el sumar a sus hombres dentro del espacio del FpV para octubre y que el peronismo cordobés presentara listas propias para los cargos nacionales en octubre.
Pero el tiempo pasó, el triunfo de De la Sota en los comicios provinciales y de Cristina en las Primarias acercaron posiciones entre ambos, y ahora decidieron dejar de lado sus diferencias históricas para dar paso a una nueva historia de unidad política que sirva para consagrar al oficialismo nacional por amplio margen el próximo 23 de octubre.
Otro de los datos que sirvieron para que el peronismo cordobés desistiera de presentar sus candidatos, fue el magro caudal de votos que tuvieron los mismos en las Primarias, ya que consiguieron sólo el 7 por ciento de los votos, contra el 31 por ciento que lograron los hombres que responden directamente a la Casa Rosada.
Esta actitud del “Gallego” (como se lo conoce a De la Sota en la Docta), sirvió para que sus antiguos adversarios en la lucha por la Casa de las Tejas salieran a criticarlo duramente, tal es el caso de Luis Juez, quien dijo que “se confirmó todo lo que dijimos en la campaña. De la Sota y el gobernador (Juan) Schiaretti siguen haciendo negocios con la Casa Rosada. Electroingeniería es una empresa de reconocidas relaciones con Julio de Vido y el poder K es la principal beneficiaria de las licitaciones de Schiaretti y seguirá con De la Sota»,
Y agregó: «De la Sota expresa lo peor, lo más corrupto del kirchnerismo. Aún están pegados los afiches que decían ‘Peleamos por Córdoba, no por pelear’, esa fue una maquinaria fabulosa de marketing para mentirle a la gente. Nunca estuvieron peleados, De la Sota y Cristina son socios en negociados».
Quien también le pegó al electo mandatario es el ex candidato radical Oscar Aguad, quien señaló que “yo lo había dicho antes de las elecciones del 7 de agosto. Siempre hubo un acuerdo entre el oficialismo nacional y el oficialismo provincial. De la Sota quiso disimular su acuerdo porque el kirchnerismo no es bien visto en Córdoba. Es imperdonable lo que De la Sota hace, le regala a la Casa Rosada tres o cuatro diputados que tendrían que defender los intereses de la Provincia. La Nación ha discriminado a Córdoba desde hace 8 años y eso no le importa a De la Sota».
Quienes conocen la política cordobesa, afirman que De la Sota se prestó a esta movida organizada desde Buenos Aires, ya que sabe que por estos días está por demás complicado con respecto a las finanzas en la provincia, y que necesitará con suma urgencia todos los fondos que se destinen desde Nación para paliar esta difícil situación.
El caudillo cordobés es consciente de este panorama, y es por eso que se prestó a escuchar las propuestas que vinieron del kirchnerismo y desde Buenos Aires, dejando de lado por una cuestión de números, sus sueños de pelearle mano a mano al oficialismo el electorado en su provincia y abandonar por el momento sus intenciones de buscar una hipotética candidatura presidencial por el peronismo de cara al 2015.
Las necesidades políticas llevan a que dos extremos políticos, como lo son De la Sota y el kirchnerismo, se unan electoralmente para octubre, ya que la debilidad en la que se encuentra el Justicialismo cordobés por estas horas en manos del kirchnerismo, obliga a una unión total del peronismo, sino puede ser que los años venideros sean complicados para los habitantes de la provincia mediterránea.
Fuente: www.agenciacna.com