Así lo hizo saber un dirigente ruso que habló con el líder libio; «Estoy sano y salvo», habría dicho. TRIPOLI.- Al mismo tiempo que crecen los combates en varios barrios de la capital y avanza el desmoronamiento del régimen libio, el líder libio Muamar Khadafy aseguró que está en Trípoli y que no va a abandonar el país. Lo hizo saber durante una conversación telefónica con el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsán Iliumzhínov.
Según la versión que el responsable ruso ha proporcionado a la agencia de noticias Interfax, las palabras del coronel libio fueron «estoy sano y salvo. Me encuentro en Trípoli y no tengo intención de abandonar Libia. No se crean las informaciones falsas de las televisiones occidentales».
El influyente hijo del dictador Khadafy, Saif al-Islam, reapareció esta madrugada para desmentir su supuesta detención anunciada por los insurgentes, reforzando el sentimiento de confusión que reina en Trípoli, controlado en su mayor parte por los rebeldes que proclamaron el fin de la era Khadafy.
«Estoy aquí para desmentir las mentiras», indicó Saif al-Islam a los periodistas en el perímetro del complejo residencial de su padre, refiriéndose al anuncio de su detención. «Trípoli esta bajo control nuestro. Que todo el mundo esté tranquilo. Todo va bien en Trípoli», indicó a los periodistas el hijo del coronel presentado como su sucesor y portavoz oficial del régimen, rodeado de decenas de simpatizantes.
En su avance sobre la capital, los rebeldes aseguraron haber capturado a tres hijos de Khadafy: Mohammed, Saadi y Saif al-Islam. Pero este último apareció anoche en el hotel Rixos, donde se aloja la prensa internacional, y comentó a varios periodistas que su padre estaba al frente de la resistencia en la capital (ver aparte). Y Mohammed, el primogénito del dictador, logró huir de sus captores.
Dos días después de rodeada la capital, los insurgentes, que controlan ya el 80 por ciento de la capital, seguían encontrando focos de resistencia gubernamental en algunos barrios, pero confían en un inminente triunfo sobre el régimen. Sin embargo, ya controla el aeropuerto de Trípoli y enclaves estratégicos, como el edificiode la televisión estatal, que interrumpió ayer sus transmisiones.
Lejos de la euforia de anteayer, cuando numerosos vecinos de Trípoli tomaron las calles para saludar la entrada de las columnas rebeldes, ayer la ciudad quedó sumida en el caos, con frecuentes escaramuzas bélicas en los bolsones de resistencia de las fuerzas leales a Khadafy. Los opositores controlaban toda la zona costera de la ciudad y enfrentaban fuerte resistencia en el puerto y en las cercanías del búnker de Khadafy, objetivo principal de los insurgentes y de la OTAN.
Fuente: lanacion.com.ar