Cristina ya piensa en «oxigenar» el gabinete si gana con el 50%

A pesar de los intentos de poner un freno a tanta euforia y tener como meta las elecciones generales de octubre, en el kirchnerismo no pueden evitar pensar en la nueva etapa de la gestión de Cristina Kirchner. El contundente resultado de las urnas abrió el camino para que la Presidenta piense en ir fondo con su proyecto y, más que hacer un retoque o maquillaje, impulse una profunda oxigenación del gabinete nacional.
“Para hacer guiso de liebre, primero hay que cazar la liebre”, dijo Cristina durante la sorpresiva conferencia de prensa en respuesta a los futuros cambios de gabinete. De esta manera, la mandataria intentó poner un freno y evitar mostrar que su reelección ya está resuelta antes de pasar por las elecciones generales de octubre.
Pero las palabras de la Presidenta fueron infructuosas y no lograron archivar el debate su entorno en cuanto a quiénes serán los futuros habitantes de la Casa Rosada. Claro que los nombres sólo los tiene la Presidenta quien, según varios de sus colaboradores cercanos, ya está diseñando su futuro gabinete. Pero la regla K marca que será un secreto que se guardará bajo siete llaves. Es sabido que una de las principales premisas del manual kirchnerista es el factor sorpresa, por lo que no descartan que más de un nombre provoque esa sensación en el escenario político.
Así como en la previa a las primarias el objetivo era superar el piso del 40% para encarar con holgura el camino de la reelección, ahora la meta es superar, al menos por unos puntos más, el 50% logrado en las primarias del domingo. De concretarse, CFK avanzará con “el recambio generacional” también en el equipo de gobierno.
Esta idea, ya convertida en certeza en la Casa Rosada, fue confirmada a este diario por varios funcionarios cercanos a la Presidenta.
“Con este resultado, Cristina tendrá la posibilidad de no depender de ningún factor político para armar su nuevo gabinete”, reflexionó un funcionario con despacho cercano a la oficina presidencial, quien aseguró que no “habrá novedades hasta que comience la nueva gestión” que será a partir del 10 de diciembre.
Los lugares que seguro quedan libres son la Jefatura de Gabinete y los Ministerios de Economía y de Agricultura. Es que no sólo Amado Boudou, como candidato a vicepresidente, tendrá destino en el Congreso nacional en caso de ganar, sino que también lo tendrían Aníbal Fernández, que encabezó la lista de senadores bonaerenses, y Julián Domínguez la de diputados. En las filas K dan como un hecho que asuman sus bancas, tras la fallida maniobra de candidaturas testimoniales impulsada por Néstor Kirchner en 2009.
Pero la renovación no quedará sólo en esos puestos, sino que será más profunda, prometen. Un funcionario del ala pingüina admitió que no espera quedarse después de diciembre salvo que “me lo pida Cristina”.
Más allá de la advertencia, el dirigente reconoció que la “oxigenación” del gabinete comprende un recambio generacional. Es decir que no sólo se trata de cuestión de edad, sino de dirigentes que ya llevan varios años en puestos clave, con lo que conlleva un desgaste lógico. La mandataria mostró su intención de impulsar a las nuevas generaciones en el armado de las listas, a pesar de las presiones que ejercieron sectores del peronismo clásico.
De ratificarse en las generales el amplio respaldo popular, CFK tendrá las manos libres para elegir su equipo sin tener que responder con cargos políticos el respaldo a intendentes o gobernadores, a pesar de que estos jugaron bien para la reelección presidencial. “Ratificamos la teoría de que una cosa eran los escenarios provinciales y otra el nacional”, reflexionó otro funcionario

Fuente: http://m.cronista.com/