Dale gracias a la incertidumbre por no tener más inflación

¿Si el dinero circulante en manos de los argentinos creció cerca del 40% sólo en los últimos 12 meses, cómo es que la economía argentina está creciendo a no más del 8% anual y la inflación real se ubica en el 21% anual? En esta nota te explicamos por qué está pasando esto.
Te has hecho esta pregunta simple. ¿Si el dinero circulante en manos de los argentinos creció cerca del 40% sólo en los últimos 12 meses, cómo es que la economía argentina está creciendo a no más del 8% anual y la inflación real se ubica en el 21% anual? Suena imposible. Aunque la explicación hay que buscarla más por el lado de la incertidumbre y el temor, que lleva a los argentinos a gastar menos y a refugiarse mucho más en el dólar y en los bancos.

Es justamente la tendencia a refugiarse en el dólar y la incertidumbre que lleva a quienes tienen algo de dinero a guardarlo en el banco (“por lo que pueda pasar”) lo que explica por qué la demanda no está mucho más encendida de lo que hoy se muestra. Pero para entender mejor lo que está pasando, conviene ir por partes:

¿Qué está pasando con el dinero?
Según información del Banco Central al 22 de julio de 2011, último dato disponible, la base monetaria, que es todo el dinero circulante y el que está en cuentas a la vista en el banco, alcanza los $186.501 millones. Esto es un 39,4% más que los $134.962 millones que había para la misma fecha pero de 2010, según datos del Central.
Pero esto no es todo. En manos de los argentinos al 22 de julio hay dinero circulante (billetes y monedas) por $127.947 millones. Esta cifra representa un aumento del 40,7% en relación con los $91.771 millones que había hace exactamente un año en el país.

¿Qué pasa con la inflación y el crecimiento de la economía?
Si el dinero circulante crece a un ritmo anual del 40%, sólo pueden ocurrir dos cosas: que el crecimiento de la economía sea proporcional o bien que la inflación se dispare debido a la sobreoferta de billetes. Pero ninguna de estas dos cosas está ocurriendo.

Según datos oficiales, la actividad económica creció durante mayo el 8,1% en relación a igual mes del año pasado, informó el Indec. Además, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mostró en mayo un crecimiento del 1,5% en comparación con abril y acumuló un alza del 8,9% en los primeros cinco meses del año.

Tampoco hay una inflación acorde a un crecimiento del dinero circulante del 40%. Según datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), en Mendoza la inflación acumulada a junio (últimos 12 meses) alcanza sólo al 21,1%. Casi la mitad de lo que crece el dinero en circulación.

La pregunta del millón: ¿Adónde va el dinero?
Teniendo en cuenta que las tasas de inflación en los últimos meses se vienen moderando, es evidente que el mayor dinero circulante no se está destinando completamente al consumo. Por eso, los precios no están subiendo tanto como podrían hacerlo. ¿Adónde va entonces? La respuesta viene por el lado de la fuga de capitales y el nivel creciente de depósitos bancarios.

Según un informe del Banco Central, la salida de capitales durante el primer semestre llegó a U$S9.801 millones. La cifra representa un 86% de la fuga de divisas de todo el año pasado, cuando totalizó U$S11.410 millones. En el segundo trimestre, puntualmente, la salida de capitales alcanzó los U$S6.125 millones. Esta fuga es la más elevada desde 2008 para un solo trimestre, lo que marca el nivel de incertidumbre y temor que existe. El Central, claro está, justificó este comportamiento como “lógico de períodos electorales”.

Pero el Banco Central también dio una pista de adónde puede estar yendo también el dinero: a depósitos a plazo fijo en dólares.

Tomando datos oficiales del Banco Central, el stock total de depósitos a plazo fijo en el país al 22 de julio alcanza los $206.537 millones, esto es un 40,7% más que los $146.777 millones que había en el sistema a igual fecha de 2010.

Por la incertidumbre, los argentinos están asegurando sus ahorros en dólares, por lo que salen del sistema, ya sea porque van al colchón o bien porque se guardan en plazos fijos en dólares. Lo cierto es que salen del sistema, por lo tanto, dejan de presionar sobre la demanda (la gente no lo gasta) y esto hace que los precios no suban tanto.

¿Qué pasará después de las elecciones?
Nos guste o no, el “equilibrio” entre fuerte emisión de dinero y baja inflación relativa (teniendo en cuenta el contexto) se mantiene sólo mientras la incertidumbre siga llevando a que las familias y las empresas de Argentina dolaricen sus ahorros y excedentes. Qué pasará luego de las elecciones es el gran interrogante. De momento, dos cosas. Develado el misterio sobre quién ganará, la incertidumbre tal vez se disipe y gran parte de los excedentes hoy en dólares se volcará al consumo, lo que terminará por acelerar las actuales tasas de inflación. La otra opción puede ser que, ya consolidado el nuevo gobierno, la emisión de dinero enfríe su crecimiento en un intento por contener la demanda para quitarles presión a los precios internos. Pero esto, claro está, dependerá de una decisión del nuevo gobierno.

Por Federico Manrique

mdzol.com