La familia será querellante y criticó la excarcelación del policía

Leonardo Domínguez, hermano de Ariel, el joven peatón muerto de un disparo policial en San Telmo, confirmó que su familia se va a constituir en querellante en la causa y criticó la decisión de la jueza de instrucción porteña María Gabriela Lanz de excarcelar al cabo primero Ariel Marcelo Mendoza. “Yo quisiera que este policía no esté en libertad, que pague por lo que hizo», señaló.

Uno de los hermanos de Ariel Domínguez, el joven muerto de un disparo policial el miércoles pasado en el barrio porteño de San Telmo, afirmó ayer que está «muy dolido» con la decisión judicial de darle la excarcelación al cabo acusado del crimen y adelantó que su familia se va a constituir como querellante en la causa.

«Una cosa me dice el corazón y otra cosa me dice el Derecho. Yo quisiera que este policía no esté en libertad, que pague por lo que hizo», señaló Leonardo Domínguez en declaraciones radiales.

«Mis viejos y yo estamos muy dolidos con la liberación. Las cuestiones legales las voy averiguando ahora. Queremos rever el caso y nos vamos a presentar como querella», adelantó.

Leonardo consideró que el cabo primero Ariel Marcelo Mendoza «es el culpable de lo que pasó» y que «que esté en libertad es doloroso, terrible». «Nos arruinó. Además hay que investigar qué hizo la comisaría de la zona», se quejó Domínguez.

Mendoza, que estaba detenido por la muerte de Domínguez desde el miércoles pasado, fue excarcelado el viernes bajo palabra, tras encuadrarse el hecho en un «homicidio culposo», es decir, sin intención.

La medida fue dispuesta por la jueza de instrucción porteña María Gabriela Lanz tras tomarle declaración indagatoria al suboficial, quien manifestó que no quiso matar al joven sino que el arma se le disparó luego de que se le cayera.

Tras la indagatoria, la defensa de Mendoza solicitó a la jueza Lanz la libertad del policía, la cual le fue concedida bajo caución juratoria, ya que el delito de «homicidio culposo» es excarcelable por tener una pena de entre seis meses y cinco años de prisión.

En tanto, Lanz aguarda para las primeras horas de mañana el resultado de algunos peritajes considerados «clave», entre ellos el Dermotest en las manos y la pechera del cabo primero Mendoza, que podría determinar si le quedaron restos de pólvora.

Uno de los estudios fundamentales a tener en cuenta son los realizados por expertos de Gendarmería sobre el arma del policía, ya que se busca conocer si es posible que éste se pudiera haber disparado sola al caer al suelo, como indican las versiones policiales, rechazadas por la familia de la víctima.

El hecho sucedió el miércoles último a las 16.10 en el cruce de la avenida Paseo Colón y Humberto 1° cuando aparentemente Mendoza fue en apoyo de efectivos de la comisaría 14 que intentaban controlar incidentes originados por jóvenes en la vía pública.

Mendoza, que realizaba la custodia en la sede del Registro Nacional de las Personas, se acercó a ver lo que ocurría y pretendió intervenir.

La primera hipótesis policial señaló que mientras el efectivo corría, trastabilló, cayó al piso y en ese momento se le escapó un tiro que impactó en la cabeza de Domínguez, quien casualmente caminaba por el lugar y se dirigía a la parada de un colectivo para regresar a su casa.

Otra línea investigativa apunta a que el arma reglamentaria, una pistola calibre 9 milímetros, se le salió de la funda y se le cayó al piso.

Fuente: InfoRegión