Economistas proyectan una nueva baja del superávit comercial

La diferencia entre las exportaciones e importaciones concretadas en junio habría caído 7,1% en comparación con el resultado de un año atrás. Estuvo afectado por un alza de las ventas al exterior de menor magnitud que la de las compras.
Así surge de una encuesta de la agencia de noticias Reuters entre nueve especialistas locales y extranjeros, la cual indicó en promedio un saldo del intercambio comercial favorable de u$s1.215,4 millones y una mediana de 1.300 millones de dólares.

Del sondeo surgió que «la proyección máxima de los analistas para junio arrojó un excedente de u$s1.634 M y una estimación de mínima también positiva u$s600 millones. Es decir se advierte una notable heterogeneidad en los previsiones de las consultoras privadas.

La caída interanual de la balanza comercial «se da por exportaciones creciendo a unas tasas mucho menores que las importaciones, a pesar de las barreras», dijo el analista Pablo Lavigne, de la consultora Datarisk.

Iñaki Alvarez, economista del Estudio Bein, dijo a Reuters que las barreras impuestas a las importaciones moderaron la expansión de las compras al exterior el mes pasado, aunque no evitaron el deterioro de uno de los pilares de la política económica del Gobierno.

Señales con efectos contradictorios

Además, en contrapartida, alertan los expertos que «el comercio de la Argentina también fue afectado por la aplicación a mediados de mayo a varios países por parte de Brasil, su mayor socio comercial, de licencias no automáticas a la importación de vehículos automotores».

El promedio de una encuesta realizada entre economistas y operadores que publica mensualmente el Banco Central prevé para el sexto mes del año un saldo comercial favorable de u$s1.118 millones. El dato se podrá corrobar el próximo viernes cuando el Indec publique el informe mensual.

La persistencia de una tasa de inflación duplica que duplica a la variación del tipo de cambio nominal, y más aún si se considera el promedio de las medición de las dirección de estadísticas provinciales, además de la escalada del costo laboral, estarían conspirado contra la competitividad de la producción local.

Además, la política pro consumo, sigue reanimando más la demanda de productos importados, tanto para la producción, como principalmente para el consumo, en mayor cuantía que la correspondiente a bienes de inversión, para elevar la capacidad productiva.
Fuente: infobae