El párroco de esa ciudad, Luis Alvarez, aseveró que los vecinos están intranquilos por el incremento de las adicciones y de los delitos. El sacerdote instó a enfrentar el flagelo. Opinó que el suicidio del jefe de la comisaría de esa ciudad debe ser investigado.
El delito y las adicciones también se asociaron en Simoca. Y el párroco de la iglesia de esa ciudad, Luis Alvarez, afirmó que ya había advertido a los vecinos sobre esta situación tiempo atrás. Desde el púlpito, dijo, venía exponiendo su preocupación por el incremento del consumo de drogas y de alcohol, y por los frecuentes robos que se perpetran en la zona.
En el pueblo están alarmados por la cantidad de episodios de inseguridad que se produjeron en el último tiempo. Incluso, el intendente, Luis González, tuvo que pedir custodia personal, pues -según él- había denunciado el narcotráfico y la ola de delitos en Simoca.
«Lamentablemente, la droga está instalada en este pueblo desde hace rato, igual que otras situaciones que atentan contra la tranquilidad de esta zona. La venta y el consumo (de estupefacientes) aumentó notablemente en los últimos tiempos», ratificó el sacerdote. «Esto -añadió- es algo que vengo diciendo desde hace algunos años. La cuestión, ahora, es enfrentar el flagelo con decisión y con el compromiso de toda la sociedad».
El sábado, a las denuncias del intendente se le sumó el deceso del jefe de la comisaría de esa ciudad, comisario Carlos Páez, quien se quitó la vida de un disparo. González, tras el hecho, dijo que Páez se sentía abrumado por los problemas de inseguridad y que recibía constantes presiones. El párroco Alvarez, por su parte, advirtió que esa versión debería ser investigada exhaustivamente. «La Justicia y las autoridades del pueblo tienen la responsabilidad de encaminar al pueblo por la senda del respeto y la sana convivencia», apuntó.
En Simoca, los pobladores consideraron que detrás de la denuncia del intendente y del suicidio de Páez hay algo extraño. Algunos advirtieron que, en realidad, quien recibió las amenazas fue uno de los hijos de González. El comisario, en tanto, estaba siendo investigado por el fiscal Edgardo Sánchez en el marco de un asalto perpetrado el 29 de diciembre en el barrio Municipal de esta ciudad. Tres hombres armados habían robado dinero y una camioneta de una carnicería. Una de las víctimas, al declarar, mencionó a Páez como autor del atraco. Sobre esta base, Sánchez pidió la detención del comisario y de otros dos policías, pero el juez Roque Arnedo no dio lugar. Paralelamente, el fiscal investiga si ese trío cometió otros dos asaltos en la zona de Aguilares en esa época. Y pronto podría haber novedades.
Fuente: La Gaceta