Se restauraron fuentes, caminos, monumentos, bancos, juegos y se instalaron luminarias. Las obras se inaugurarán a fin de mes. La iniciativa oficial fue en respuesta al reclamo de varias asociaciones barriales.
La primavera se adelantó casi dos meses en la plaza Barrancas de Belgrano. Tras vivir los últimos años bajo los nubarrones del deterioro, el sol volvió a salir sobre este pulmón verde de la Ciudad. Con el apoyo de los vecinos, el Gobierno porteño está próximo a inaugurar una serie de obras que comprenden mejoras en los caminos, reparación de las fuentes, más iluminación y refacción de los juegos.
No hay fecha oficial para el corte de cinta. Pero una recorrida por las tres manzanas de la plaza es suficiente para comprobar que antes de fin de mes los vecinos podrán disfrutar de todos sus rincones a nuevo. Sólo falta la limpieza y puesta en valor de la réplica de la Estatua de la Libertad, que según lo pactado lucirá impecable la semana que viene. Ya fueron restauradas la fuente La Dama del Cántaro (sobre Juramento) y otra sobre la calle 11 de Septiembre, como así también los monumentos y placas que decoran la barranca.
De lejos, al menos, se puede apreciar que el paisaje recuperó su verde original, con 154 arbustos nuevos y el resembrado de un área de 4.200 metros cuadrados. El trabajo, que demandó una inversión de 870 mil pesos, se completa con la reparación de los bancos de madera y cestos de basura, pintura en los juegos y las mesas de cemento, y la intervención de los árboles con protección de la Dirección General de Arbolado.
Poco se parecen estos terrenos en pendiente a los que había hace apenas un año, víctimas de la desidia y el paso del tiempo. Bancos sucios, juegos rotos, luminarias oxidadas y hasta la llegada de indigentes pintaban la situación. Un símbolo de esa época fue el famoso ombú, un ejemplar de 200 años al que ni siquiera le alcanzó el título de Árbol Notable de la Ciudad para no ser podado.
Pueden dar fe de ello los vecinos, que enarbolaron campañas y protestas para salvar este tradicional paseo que data de fines de siglo XIX. Incluso la voz de la asociación civil Vecinos de Belgrano llegó hasta los oídos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, que tomó cartas en el asunto, verificó los daños y comenzó a trabajar a mediados de abril en todos los sectores. Tres meses después, restan detalles para que las Barrancas vuelvan a festejar su primavera.
Fuente: La Razón