Venezuela completó un póquer de sorpresas

La suerte jugó su papel, pero la injusticia no puede ser la única protagonista: dos revelaciones (una un poco más que la otra) se jugaban el último pasaje a las semifinales de la Copa América, y cualquier resultado era una victoria de un David más que de un Goliath. Finalmente, Venezuela derrotó a Chile por 2 a 1 y se metió entre los cuatro mejores del continente.

El logro fue contra todos los pronósticos, las apuestas, cualquier vaticinio y contra el equipo que mejor fútbol había desplegado hasta ahora en el torneo. La ventaja para el equipo de César Farías llegó sobre el final del primer tiempo, aunque el trámite no merecía tal resultado. Centro pasado, nadie cabeceó y Vizcarrondo entró por atrás a sellar el 1 a 0.

El segundo tiempo empezó con un vendaval de situaciones para los 11 de Claudio Borghi, que capitalizaron a los 25′ gracias a una fulminante definición de Humberto Suazo. Un error del arquero Claudio Bravo (dio un grosero rebote) le permitió a Venezuela retomar la ventaja. Sin embargo, pese a las opciones de gol, el mérito de los venezolanos fue la efectividad: no desaprovecharon sus situaciones y se convirtieron en el primer equipo de cuartos de final que ganó la llave durante los 90 minutos iniciales. Todos los demás necesitaron ir al tiempo extra o a los penales.

Lo de Venezuela ya no sorprende: ha experimentado una evolución importante en su fútbol, aunque también hay que reconocer que el resto de las selecciones participantes tampoco ha elevado su nivel, sino que da la impresión de que hubo una baja. Como sea, ya nadie mira a la selección centroamericana como «La Cenicienta». Ahora mismo, estando invicta en el torneo, es más un «cuco» que una presa sencilla de roer.

Para Chile quedará mucha bronca. La superioridad mostrada en cada uno de los partidos que jugó no le sirvió para colarse en la definición. Pero seguramente, el espíritu poco resultadista del «Bichi» tendrá conclusiones más positivas. Lo cierto es que Chile sigue sin ser semifinalista. Desde 1999, cuando terminó en el cuarto lugar cayendo ante México por el tercer puesto, no sabe lo que es llegar al último día de la fiesta.

Fuente: La Gaceta