Cuatro hombres y tres mujeres que dejaron la guerrilla cuentan su historia. Todos fueron reclutados de niños, pero la experiencia más dura se la llevan ellas: discriminadas, abusadas y obligadas a abortar.
Pertenecen a los frentes 39 y 40, y a la columna Urías Rondón de las FARC. Según informó el general Jairo Salguero, todos ingresaron al grupo armados cuando apenas eran unos niños. Tenían entre 11 y 14 años.
En todo este tiempo, sus personalidades cambiaron producto de la vida en la selva. El Tiempo detalla la historia de una de las desmovilizadas conocida como «Jazmin». Esta ex guerrillera cumple este martes 12 de julio 21 años, pero durante los últimos nueve nunca pudo festejarlos, la guerrilla no se lo permitió. Ella, como las otras seis personas se desmovilizaron el último fin de semana ante tropas de la Séptima Brigada del Ejército de Colombia.
Todos ellos pasaron por varias entrevistas con los especialistas del programa de reinserción colombiano. Con esos datos, el general Jairo Salguero explicó que las tres mujeres resultaron víctimas de abuso sexual por parte de los cabecillas de los frentes, incluso, a una de ellas la obligaron a abortar.
Betancourt, en su última visita a la Argentina, ya había explicado el papel que cumplen las mujeres y cómo se desarrolla su sexualidad en la selva. «En general, las guerrilleras son campesinas que ejercieron la prostitución, por lo que ven a las FARC como un ascenso», explicó. Sin embargo, dijo que sufren una especie de «presión revolucionaria».
«Los guerrilleros viven en sus caletas (carpas), pero los miércoles y los domingos pueden solicitar dormir con alguien. Cuando la relación se vuelve estable pasan a convivir y se los llama socios, no pareja. El problema surge cuando una guerrillera le dice tres veces que no a un hombre, porque ahí interviene el comandante del campamento», detalló. Él decide todo, al punto que -según el relato de Betancourt- el comandante puede «hacer una reflexión y decirle, «compañera, usted tiene que tener solidaridad revolucionaria para con el compañero que la necesita»»,
La discriminación de género reina en la guerrilla. Los jefes de comandos hacen uso de su poder y las principales víctimas son las mujeres. Según declararon, los responsables del abuso sexual a las guerrilleras desmovilizadas este fin de semana son «Gonzalo Porras», de la columna Urías Rondón, así como «Darío Huesitos» y «Rubiel Castro», del frente 40.
Un estudio realizado por el servicio de Inteligencia de la Policía de Colombia, sustentado en las versiones de las desmovilizadas y los documentos hallados en campamentos de varios frentes de los bloques Sur y Oriental, enumera una lista interminable de abusos.
Además de los pedidos de los jefes máximos de la guerrilla, las mujeres se convierten en el capricho de los hombres de segunda línea. Uno de los datos más reveladores del documento es que es que cada frente tiene que cumplir con una «cuota» de reclutamiento de mujeres, que deben tener entre 13 y 15 años, es decir, niñas.
Fuente: infobae