Brasil prepara nuevas medidas para frenar el real

Declaraciones tanto del ministro de Hacienda, Guido Mantega, como del presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, apuntan a que el gobierno de Dilma Rousseff intervendrá nuevamente en el mercado para intentar desvalorizar el real.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, anunció que implementará nuevas medidas para detener la caída del dólar ante el real.

Atrás quedaron aquellos días de 1999, de maxidesvalorización del real.

El dólar subió en especial en 2002, cuando el arribo de Luiz Inácio Lula da Silva al poder provocó una gran cantidad de rumores negativos acerca del futuro de la economía brasileña.

En enero/febrero de 2002 la paridad llegó a US$ = R$ 4, pero en octubre ya estaba en R$ 3,95 y el dólar no ha dejado de caer ante el real, con una excepción: en 2008, cuando explotó la crisis financiera global y el dólar regresó a R$ 2,51 (08/12/2008).

Pero ahora cotiza a R$ 1,55, una caída del dólar de 38% ante el real.

De acuerdo a Silvio Campos Neto, analista de la consultora Tendências, consultado por Miriam Leitao, del diario O Globo, en lo que va de 2011, el real creció 6,13% ante el dólar estadounidense.

En ese contexto, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, afirmó en Londres, Reino Unido, que existe preocupación en Brasil por la valorización del real y hay nuevas medidas a aplicar, aunque aclaró que no corresponde anticipar sus contenidos.

A la vez, el diario londinense Financial Times publicó una entrevista a Mantega, texto en el que el ministro afirma que la «guerra cambiaria, realmente no acabó» y que el G-20 se encuentra muy lejos de un acuerdo sobre nuevas directivas para el gerenciamiento del tipo de cambio.

Mantega participó de un evento del BTG Pactual (banco de inversión Nº1 de Brasil, resultado de la fusión, en 2009, de UBS Pactual y BTG Investments).

En 2010, Mantega duplicó el impuesto a las inversiones extranjeras y realizó abultadas compras de dólares para debilitar la divisa brasileña.

Para Mantega, la valorización del real es consecuencia de la estrategia monetaria de los países desarrollados. «El QE2 (el plan de inyección de dinero en USA para superar la recesión) acabó pero todavía existe expansión monetaria», sostuvo el brasileño.

Según él, el tipo de cambio es una preocupación para el gobierno de Dilma Rousseff: «Todo el tiempo estamos planificando medidas, que no puedo anticiparles», explicó en un seminario en el que no se permitió el ingreso de periodistas.

Para él, Brasil sigue en crecimiento sustentable, sin sobrecalentamiento («estamos creciendo entre 4,5% y 5% anual»), mercado de consumo sólido, inversiones crecientes y resultados positivos en el mercado de trabajo (en Brasil muchos no están de acuerdo con la descripción del ministro. Se habla de burbuja inmobiliaria y hay mucha preocupación con la depreciación de las acciones de Petrobras).

«El déficit fiscal de Brasil en 2011 será menor al de la mayoría de los países», se defendió Mantega.

«Y la inflación se está desacelerando», agregó.

Preguntado acerca de si esa desaceleración es suficiente como para impedir nuevos incrementos en la tasa de interés, la respuesta fue: «El Banco Central hará lo que fuese necesario para mantener la inflación bajo control».

¿Y qué dice el Banco Central de Brasil?

Su titular, Alexandre Tombini, sugestivamente advirtió que las empresas, en especial las no financieras, deben tomar sus recaudos ante la evolución cambiaria.

Él recordó que la paridad cambiaria en Brasil es flotante, y no siempre el dólar caerá ante el real.

«Es importante que el sector privado se encuentre atento a la cuestión del ‘hedge'», dijo Tombini.

En los últimos 6 días, recordó la agencia Reuters, la moneda estadounidense retrocedió 3,18% ante el real, llegando a su menor valor desde el 18/01/1999, R$ 1,553.

Según Tombini, hay un menor flujo de dólares gracias a las medidas que implementó hace tiempo el gobierno de Dilma Rousseff, apuntando a una menor inestabilidad cambiaria.

Tombini advirtió en una audiencia con la Comisión de Asuntos Económicos del Senado: «Alertamos siempre al sector privado no financiero a estar atento para protegerse».

Tombini recordó que varias empresas brasileñas sufrieron problemas de caja en 2009 cuando el real cayó frente al dólar por la crisis internacional -después de un largo período de valorización- a causa de las deudas contraídas en la divisa estadounidense.

El analista del banco WestLB en Brasil, Roberto Padovani, dijo al diario uruguayo El País que no está claro cuáles serán las nuevas medidas, pero cualquiera de ellas «van a demostrar que el gobierno no renunció a cambiar el estado de ánimo local».

En un artículo que Padovani escribió junto al economista Christopher Garman, señaló que «el miedo de tomar medidas más drásticas de control de capitales ante un entorno externo incierto pudo haber convencido al gobierno a aceptar, de manera temporal, un cambio más apreciado».

Sin embargo «la tesis de que lo peor ha pasado ha ido ganando adeptos y la sensación de urgencia en la lucha contra la inflación se ha reducido».