Vamos, vamos Argentina, vamos, vamos a ganar…». con ese cántico, la Selección fue recibida en Santa Fe, donde se respira fútbol en cada rincón. Con la llegada del equipo de Sergio Batista se instaló la fiebre «albiceleste». Unas 2.000 personas aguardaron en el aeropuerto de Sauce Viejo al plantel y 700 hinchas estuvieron en el Colón Hotel de Campo, del club «sabalero», el búnker elegido por Lionel Messi y compañía para aguardar el duelo ante Colombia.
«Me parece estar viviendo un sueño. Es increíble poder ver de cerca a estos fenómenos. Espero que la Selección comience a salir más al interior. Tranquilamente, puede jugar las Eliminatorias acá, en San Juan, en Mendoza, en Salta o en Jujuy. En el interior se le hace sentir el verdadero cariño a los futbolistas», manifestó Agustín Galicio, un joven de 18 años que caminó más de 10 kilómetros para ver a sus ídolos en el hotel.
«Vinimos seis, estamos todos emocionados. Ahora espero que le ganemos a Colombia y que después seamos campeones», pidió Agustín, que alentó a los «albicelestes» junto a su hermano Julián y sus amigos Joaquín y Emiliano Chesi, Jorge Libra, Javier González y Lucas Bellini.
«Los santafesinos somos muy futboleros y la llegada de la Selección es como un imán. El estadio estará lleno. Hice un gran esfuerzo para venir a recibir al plantel. Dejé muchas cosas de lado, pero el esfuerzo vale la pena. Es la primera vez y casi seguro será la única, que veré desde tan cerca a estos cracks», expresó Andrés Yodice.
Messi y Carlos Tevez fueron los más ovacionados por el público local, repleto de mujer y chicos haciendo las veces de «revoltosos». Alentaron con banderas, gorros y camisetas con los colores celeste y blanco. Flavia Pérez Carli (20 años), Milagros Serra (21), Carolina Aveillé (32) y su hijo Valentín Buffelli (11) hicieron guardia desde temprano en el aeropuerto, pero no tuvieron suerte.
Sólo pudieron ver de muy lejos a los jugadores. Y luego, debido a la caravana de más de 200 autos que acompañó al plantel, cuando llegaron los futbolistas ya habían ingresado a sus habitaciones. «Queríamos saludar a Tevez, que es un genio», dijo Flavia.
Pero hubo algunos «privilegiados», entre ellos Nery Pumpido. A pesar de estar muy identificado con Unión, el ex arquero del seleccionado argentino llegó a las 12.45 al predio «sabalero» y esperó durante una hora la llegada del plantel.
El campeón del mundo en México ’86 se saludó afectuosamente con cada uno de los integrantes del cuerpo técnico y luego abrazó a Messi, que fue uno de los pocos (junto a Tevez y a Pastore) que firmó autógrafos. Los santafesinos están de fiesta; seguramente hoy le darán vida propia al «Cementerio de los Elefantes», donde Argentina buscará su primer triunfo.
Fuente: La Gaceta