Sólo queda el recuerdo de cuando la calle Suipacha era recorrida por autos y colectivos. Ahora cambió su fisonomía, su estructura… Ahora es peatonal. El Gobierno porteño habilitó el tercer y último tramo de la obra que convirtió a Suipacha, entre las avenidas Santa Fe y Rivadavia, en un paseo de peatones y ciclistas. También se incluyó una parte de Tacuarí, desde Rivadavia hasta Avenida de Mayo.
Las obras comenzaron hace un año e incorporaron a esta arteria céntrica una bicisenda de doble vía, además de ensanchar las veredas. Así, la calle quedó con la medida mínima de ancho que exige el Código de Planeamiento Urbano: 3,50 metros para que pueda pasar un camión de bomberos, una ambulancia o el recolector de basura. El ancho que tenía antes la calzada era de 6,19 metros. En tanto, la vereda sumó 85 centímetros.
Las refacciones, que costaron 4 millones de pesos, comprendieron la instalación de luminarias, canteros con árboles, cestos de basura y bancos de madera. El plan Prioridad Peatón también hace hincapié en la promoción de accesibilidad para todos (Ley 962 de Accesibilidad Física para Todos), con la instalación de rampas para discapacitados.
La idea del Gobierno porteño es mejorar la circulación peatonal y disuadir el tránsito de autos en el Centro, permitiendo solamente el acceso a residentes. En el futuro, el objetivo es peatonalizar Tacuarí hasta la avenida San Juan, otras 13 cuadras.
Fuente: La Razón