Ascensor fatal: la segunda autopsia reveló que no hubo robo de órganos

Las sospechas sobre tráfico de órganos instalada por la familia de Alejandro Galiano, el estudiantes de derecho de 23 años que murió al caer por el hueco de un ascensor, fueron disipadas ayer totalmente tras la realización de una segunda autopsia: el cuerpo de la víctima está íntegro. La confirmación no fue sólo judicial, también lo corroboró la propia familia mediante un médico de parte que presenció la operación. Los padres, hermanos, amigos y compañeros de facultad del fallecido conocieron la noticia mientras concluían una marcha de silencio en la que empuñaron pancartas con la leyenda No estamos en contra de la donación de órganos. Estamos en contra del mercado ilegal. Parada en las escalinatas del edificio de fiscalías y de frente unos 150 manifestantes, Josefa expresó: “Afortunadamente todo salió bien. Mi hijo ya puede descansar en paz. Gracias a todos por el apoyo”.

En el mediodía de ayer, la Justicia hizo lugar al pedido de los Galiano para que se realizara una segunda autopsia, ante la sospecha de la familia sobre un presunto caso de robo de órganos. Por la tarde, mientras un grupo de personas comenzaba a marchar en silencio desde la Universidad Católica de La Plata (UCALP) –donde el joven estudiaba derecho– rumbo a la fiscalía, en la morgue policial del Cementerio los médicos examinaban el cuerpo de Galiano para descartar sospechas. “No hay un solo indicio de que se hayan quitado órganos del cuerpo de Alejandro. Está completamente descartada esa hipótesis”, dijo Inés anoche a Diagonales, prima de la víctima y médica, quien participó de la autopsia. También estuvo presente José Miguel, odontólogo hermano del fallecido.

Desde la fiscalía Nº 12 que encabeza Alejandro Marchet y fuentes policiales informaron en el mismo sentido: no hubo sustracción de órganos.

La familia Galiano trasladará el cuerpo de Alejandro a su Viedma natal hoy por la mañana –donde mañana le darán sepultura–, aunque desde anoche podían cumplir con ese trámite.

Galiano murió tras agonizar horas en el hospital San Martín, adonde fue llevado tras desplomarse por el hueco del elevador, desde el quinto piso del edificio de 3 y 53 donde vivía. El hecho ocurrió cerca de las 14 del lunes, cuando por razones que se investigan el ascensor se detuvo entre los pisos 5º y 6º. Ayudado por un vecino, Galiano logró destrabar la puerta y desoyendo los consejos se deslizó por un minúsculo espacio intentando hacer pie en el quinto: cayó hacia atrás, desplomándose unos 20 metros. Anoche, la médica de la familia que vio el cadáver confirmó a este medio que el cuerpo “muestra” la violencia de los golpes que, finalmente, determinaron la muerte de su primo Alejandro.

Textuales
«Ahora, Alejandro, mi hijo, puede descansar en paz. Les agradezco a todos los que se acercaron a la familia.” Josefa Granada – Madre de la víctima

«No hay un solo indicio de que se hayan quitado órganos del cuerpo de mi primo. Está descartada esa hipótesis.” Inés Granada – Médica – Participó de la autopsia

Fuente: El Argentino