Buenos Aires y París. El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, mantuvo ayer un fuerte cruce de opiniones con su par británica, Caroline Spelman, y profundizó la postura de la Argentina en el marco de las relaciones multilaterales respecto del debate sobre la regulación de las commodities agrícolas.
Bruno Le Maire, el ministro de Agricultura de Francia (a cargo de la presidencia del grupo que reúne a países desarrollados y emergentes) anunció un acuerdo que, entre otros puntos, prevé establecer un sistema transparente para dar seguimiento a los suministros globales y las reservas de emergencia de alimentos.
También se convino profundizar las investigaciones sobre nuevos tipos de trigo y crear un mecanismo de respuesta rápida para encarar la sequía en los países productores.
Para reducir los efectos de la volatilidad de los precios en la población más vulnerable, se instó a bancos de desarrollo y agencias a establecer un mecanismo de gestión de riesgos para coordinarse en situaciones de crisis y promover el intercambio de información en el menor tiempo posible.
Y en cuanto a la regulación financiera, uno de los puntos más conflictivos del borrador con el que se trabajaba, se reconoció que la transparencia y la regulación adecuada de los mercados financieros agrícolas es clave para el buen funcionamiento de los mercados físicos.
Por ello, se instó a los ministros de Finanzas del G-20 y a los gobernadores de los bancos centrales a tomar las decisiones adecuadas para la supervisión y regulación de los mismos, y los países se comprometieron a controlar e informar regularmente sobre los progresos logrados en este y los demás puntos del plan.
Entre los puntos más alabados está la decisión de crear una base de datos internacional sobre la producción, el consumo y la reserva de materias primas, llamada Amis, que tendrá su sede en la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y que mantendrá su primera reunión el próximo septiembre.
Para el secretario estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack, se trata de un programa “histórico” alcanzado por consenso.
Disenso por la exportación. En la segunda jornada de la reunión de ministros de Agricultura del G-20 –que tuvo lugar en París–, Gran Bretaña propuso incorporar en el texto que las restricciones a las exportaciones de cereales son la causa de la volatilidad de los precios de las commodities , según informó la cartera conducida por Domínguez en un comunicado de prensa.
Spelman dijo a los medios de prensa que Gran Bretaña respaldaba los esfuerzos para mejorar la regulación, aunque sostuvo que dependía de los ministros de Finanzas del G-20, y no de los de Agricultura, presentar medidas concretas.
“Nosotros planteamos que el efecto nocivo de la volatilidad de los precios es la falta de transparencia del mercado, el cambio estructural del comercio de estos productos, la economía mundial y los subsidios a los productores por parte de los países desarrollados”, apuntó a su vez Domínguez.
Subrayó a través de un comunicado que “el Bric (Brasil, Rusia, India, China) más Indonesia, acompañaron la postura de la Argentina. Como consecuencia de esto y para evitar la falta de consenso de este debate agrícola, el ministro francés Bruno Le Maire alineó a Gran Bretaña a la posición de no objetar las restricciones a las exportaciones agrícolas”, añadió.
Fuente: lavoz.com