A 25 años de su muerte en Ginebra, cada vez más voces coinciden en destacarlo no sólo como uno de los autores fundamentales de la letras argentinas, sino como uno de los exponentes más importantes de la literatura universal.
Maten a Borges! Un cuarto de siglo ha pasado desde el momento en que el tiempo, el más piadoso de los sicarios, se tomó literalmente aquella improbable exclamación atribuida a Witold Gombrowicz, revoleada desde la cubierta del barco que lo llevaba de regreso a Europa en 1963, tras 24 años de exilio en Buenos Aires.
La frase ha sido negada por los amigos presentes en aquella despedida, pero la mitología suele ser más potente que mil realidades.
Fuente: El Argentino