Cuatro delincuentes saquearon una casa del barrio porteño de Palermo, que recorrieron durante «una hora y media» para robar todo lo que encontraban a su paso, luego de maniatar a su dueña y obligarla a mantener callados a su dos hijos de 8 y 11 años.
La mujer, llamada Sara, reveló hoy que los ladrones dejaron en la huida uno de los televisores, por lo «cargados que se iban», y contó que reconectó ese aparato ni bien superó la crisis de nervios para que sus niños «dejaran de pensar» en el hecho, al que definió como «un horror».
El episodio comenzó a las 4.30 de la madrugada de ayer, cuando cuatro hombres armados y con linternas irrumpieron en la casa situada en el pasaje Ancón 5115, a dos cuadras del cruce de la avenida Luis María Campos y la calle Ravignani, confirmaron hoy a DyN fuentes policiales.
De inmediato, uno de los delincuentes condujo a la dueña de la vivienda a una de las habitaciones de la casa -de dos plantas-, donde la maniató y la obligó a mantener callados a sus dos hijos.
«Me llevan a uno de los cuartos y me atan las manos a la espalda. Los chicos estaban despiertos. (El asaltante) me dice: ‘Acostate con ellos'». Quería que se quedaran quietos y callados», relató en declaraciones a la prensa.
La mujer detalló luego que, «durante una hora y media, (los otros tres ladrones) recorrieron la casa y cargaron objetos de platería y productos de electrónica, luego de robar un poco de dinero».
«En el camino, cuando salían, (los asaltantes) dejaron el televisor de uno de los ambientes por lo cargados que se iban», dijo la dueña de la vivienda, quien calculó que los delincuentes tenían un cómplice que los aguardaba frente al inmueble.
Precisó después que pudo desatarse las manos producto de que «cedió el trozo de tela» con el que la habían maniatado, además de haber recibido «un poco de ayuda» de uno de sus hijos, y se quejó luego de que le robaron «hasta el reloj» pulsera.
«Ni bien superé la crisis de nervios producto del horror que habíamos vivido, tomé el televisor que dejaron en el camino y lo reconecté para que los chicos dejaran de pensar en el hecho», relató.
Por último, al ser consultada sobre un eventual cambio de hábitos a raíz del atraco, respondió: «Comenzaré a activar la alarma de la casa de noche porque la encendía sólo cuando salíamos. Yo, ilusa, creía que los ladrones entraban sólo cuando uno no estaba».
Fuente:Diario Hoy