RIO DE JANEIRO.- Apenas cuatro días después del ballottage que lo coronó presidente electo de Perú, el nacionalista Ollanta Humala llegó ayer a Brasil, país que aseguró será el modelo de desarrollo para su gobierno, que pretende mantener el fuerte crecimiento económico y expandirlo a todos los sectores sociales.
«Reconocemos que Brasil es un modelo exitoso que ha logrado crecimiento económico con estabilidad macroeconómica e inclusión social. Sabemos que la realidad del Perú es distinta, pero lo importante es que la propuesta de nuestro gobierno va a ser ésa: crecimiento económico con inclusión social y un manejo prudente de la macroeconomía», destacó el militar retirado, para despejar todos los temores que tanto dentro como fuera de Perú se tenían sobre él y sus estrechos vínculos con el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Tras una fallida candidatura presidencial en 2006, en la que se mostró mucho con Chávez y expuso un discurso nacionalista y de izquierda radical, Humala moderó sus posiciones para la última carrera electoral, en la que terminó compitiendo con la congresista conservadora Keiko Fujimori. Orientado por ex asesores de Luiz Inacio Lula da Silva, tomó distancia de Chávez y se alineó más con la retórica positiva que le permitió al ex líder siderúrgico acceder al poder en Brasil, en 2003.
Fue en gran parte por eso que Humala decidió comenzar en Brasilia, con una reunión con la presidenta Dilma Rousseff, la gira sudamericana que lo llevará en los próximos días a Paraguay, Uruguay, la Argentina y Chile, para más tarde viajar a Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, e incluso a Estados Unidos -según adelantó-, antes de asumir la presidencia, el 28 de julio.
«Estamos pensando en agendar la visita a la administración norteamericana. Tenemos que fortalecer la relación con Estados Unidos, es un socio importante de Perú. Tenemos que mejorar, por ejemplo, lo que es la cooperación en la lucha contra las drogas, respetando obviamente la soberanía peruana», indicó.
Justamente, la cuestión de la lucha contra el narcotráfico fue uno de los temas tratados en su entrevista con Rousseff en el Palacio del Planalto, donde también dialogaron sobre proyectos de integración física e infraestructura, además de los exitosos programas sociales brasileños como Bolsa Familia, ProUni y Brasil sin Miseria, que espera sirvan de ejemplo para Perú. Hoy seguirá camino a San Pablo, donde tendrá un encuentro con Lula.
«Humala parece haberse tomado muy en serio las lecciones de Lula y no está dispuesto a seguir el fracasado modelo bolivariano de Chávez. Está dando señales al exterior de que no quiere una confrontación con los mercados ni generar perturbaciones económicas que pongan en riesgo la situación de Perú, al que le está yendo muy bien económicamente», comentó a La Nacion el diplomático José Botafogo, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales, que recordó que muchos de los inversores extranjeros en Perú son brasileños, sobre todo en el sector minero y de energía.
El lunes, tras las elecciones, la Bolsa de Lima reaccionó negativamente ante el triunfo de Humala y se desplomó 12,45%, la peor caída en su historia. Ayer, el mandatario electo restó importancia al nerviosismo del sector financiero, pero aseguró que la economía peruana está «sólida como una roca» y no se va a mover.
«El país está tranquilo, la economía está firme, en crecimiento. Los bancos internacionales, las aseguradores de riesgos señalan que inviertan en el Perú y que si la bolsa baja compren acciones porque eso va a subir de todas maneras», apuntó.
Pese a que durante la campaña Humala había señalado que analizaría la posibilidad de que Perú se incorporase al Mercosur, ayer reconoció que los acuerdos comerciales que el país ya tiene se lo dificultan.
Fuente: lanacion.com.ar