JJ piensa en volver a sus fuentes y poner a Pavone justo contra Estudiantes. Vuelve Acevedo, aguanta Almeyda y esta vez saldrían Lanzini y Buonanotte.
Después de ser José Juan tiene toda la intención de volver a ser Juan José.
Ni el equipo original que puso ante Colón ni los cambios del entretiempo fueron hermanos del orden, la mesura y un plan trabajado, como tantas veces dijo y mostró con sus formaciones. La necesidad, la urgencia, la presión, la angustia o vaya a saber uno qué sensación (o consejo dirigencial) llevó a JJ a ser una mezcla de Cappa y Simeone en sus versiones más desbocadas desde lo estratégico.
No le dio resultado el tándem Buonanotte-Lanzini-Lamela y tampoco le tuvo paciencia: le dio apenas 45 minutos de vida. Después, juntar a Caruso, Pavone y Funes Mori fue lo más parecido a un manotazo de desesperado: el trío ofensivo, más allá de participar al 100% en el 1-1, no recibió juego y generó escasas chances de gol por obra y gracia del empuje.
Ese pasado, que ya es pisado, le dará pie a un regreso a las fuentes. Al menos ésa es la idea del Negro López. Y el hombre clave es Mariano Pavone. El “espartano”, como alguna vez lo llamó Almeyda en horas más benévolas. El llanero solitario de gran parte de esta era. El 7 bravo que casi siempre se tiene que generar las chances él solo. El jugador-hincha que dejará River. Ese Tanque, en definitiva, que ayer se entrenó de manera diferenciada por una sobrecarga muscular tiene todos los boletos para ser titular frente al equipo con el que debutó en Primera y con el que consiguió su único título como profesional.
El ingreso de Pavone supone la salida de Buonanotte. Como el regreso de Acevedo (cumplió la suspensión) dejaría afuera a Lanzini. Con Carrizo en el arco, con la defensa de tres inmodificable y con Ferrari y Juan Manuel Díaz por los costados (¿o se animará con Roberto Pereyra por alguno de ellos?), la incógnita se llama Almeyda. El Pelado, al borde del desgarro, además sufrió un fuerte golpe en el pie derecho ante Colón y lo ideal sería que parara, pero… Una derrota de Olimpo, el viernes ante Newell’s, le permitiría un relajo pero él no se lo quiere permitir.
Lo concreto es que Juan José López pondría de nuevo a Pavone y, lógica pura, recularía en ojotas.
Fuente: Olé