El dispositivo Prometheus fue utilizado por primera vez en el país. «No sólo permite ganar tiempo al trasplante, sino también llegar al trasplante en una mejor condición» dijo el doctor Adrián Gadano. El paciente, de 67 años ingresó en coma y con encefalopatía hepática al hospital. En Argentina muere entre el 10 y 15 % de los pacientes que esperan un transplante.
Un hombre de 67 que llegó al Hospital Italiano de Capital Federal afectado por una cirrosis a causa de una hepatitis C, en coma y con encefalopatía hepática, fue transplantado por los médicos gracias a un nuevo sistema de soporte hepático, que eliminó de su sangre más del 50 % de las toxinas que, a causa de su enfermedad el paciente no podía filtrar.
Según el doctor Adrián Gadano, jefe de Hepatología del Italiano, este sistema, que es “el más complejo y evolucionado” de los procedimientos extracorpóreos de depuración de la sangre permitió “ganar tiempo y llegar al transplante en una mejor condición” debido a la altísimo riesgo de mortalidad que tenía el afectado.
Según el médico, el procedimiento se basa en crear “un hígado artificial. Es como la diálisis al riñón que, en pacientes con insuficiencia hepática severa, permite tomar la función detoxificadora que ha perdido el hígado y eliminar del organismo una serie de toxinas que son muy deletéreas para ese paciente”.
Se le conecta un catéter en una vena de gran flujo que al pasar por una máquina extrae la albúmina, que es una proteína que contiene la mayoría de las toxinas y vuelve al cuerpo ya depurada. Esa circulación se produce varias veces durante seis u ocho horas.
El hepatólogo agrega que este procedimiento no es apto para todos quienes esperan un trasplante, sino sobre todo para los casos de insuficiencia hepática aguda sobre crónica –como este paciente con cirrosis, que estando en lista de espera tuvo una descompensación– y de hepatitis fulminante.
Fuente: Diario Hoy