El Pincha completó el partido ante el Globo: 3-0. Los de Pompei cayeron al descenso directo. Y el Lobo, a la Promoción.
Y llegó la tarde en que toda La Plata sonrió con un mismo resultado. Los del Pincha, porque su equipo completó la faena que había iniciado hace dos semanas y cortó la racha de 12 partidos sin victorias, que había eyectado a Eduardo Berizzo del banco del León. Los del Lobo, calculadora en mano, porque la goleada de sus vecinos hundió a Huracán en los puestos de descenso directo y les permitió salir de esa incómoda situación, a apenas tres fechas del final del torneo.
Los 58 minutos que habían quedado pendientes apenas dieron lugar para el gol de Matías Sarulyte, que redondeó el 0-3 final, y para un puñado de buenas intenciones de los dirigidos por Luis Suárez, que incluso pudieron llevarse una diferencia más extensa del estadio de Argentinos. Del lado de Huracán, la misma anemia futbolística que exhibe partido tras partido, apenas matizada por el espíritu rebelde de Cámpora. Para colmo, tras el pitazo final, Roberto Pompei se peleó, alambrado de por medio, con un grupo de periodistas partidarios que lo hostigaban. Un panorama demasiado complejo para un equipo con muy pocos argumentos para esquivarle a un destino casi escrito.
Fuente: La Razón