Peñarol le hizo lo que quiso a Atenas

En el cuarto juego de la serie, el equipo marplatense le ganó al Griego por 86-59. De ganar un partido más, el equipo Milrayitas será campeón.

A veces los números engañan: son una forma de simplificar la realidad. En otras ocasiones, son una pasmosa demostración. Para Atenas, lamentablemente todas las estadísticas le jugaron en contra: el Griego, que anduvo sin rumbo, extraviado y carente de respuestas, perdió ante Peñarol por un casi inverosímil 86-59, en la peor diferencia del verde como local no sólo en series finales, sino en playoffs.

Pero más allá de eso, ¿qué otra cosa podía ocurrir entre un equipo que mete 52 por ciento en triples y otro que sólo encesta el 18 por ciento? ¿Y si el ganador baja el doble de rebotes: 42 a 21? ¿Y si mete el triple de asistencias: 21 a 7? De la mano del cordobés Leonardo Gutiérrez (ya hizo todo para ser el MVP de la final y va camino a su octavo título de Liga Nacional, uno más que Marcelo Milanesio y “Pichi” Campana), los “milrayitas” quedaron 3-1 y se relamen para festejar el domingo en “Mardel” su segunda corona consecutiva, tras irse de Córdoba con un 3-1 a su favor.

El primer tiempo fue el día y la noche. Amaneció intenso, con alternancia en el liderazgo. Se cambiaron cuatro veces cada uno la delantera y el Verde, después de seis puntos de Gutiérrez (un triple y tres libres), hizo pata ancha: encestó su segundo triple, una de sus materias pendientes, y con un doble y dos libres de Lábaque (por falta técnica a “Leo”) se fue arriba 18-16. Pero volvió a pecar en el cierre de un cuarto: Lamonte fue a la línea, metió el primer simple, bajó el rebote del segundo (lo falló) y clavó un doble sobre la chicharra. Fue otro de esos golpes desmoralizadores.

¿Y la noche? La noche se vino tempranito, apenas empezó el segundo cuarto: seguidilla de nueve puntos de “Peña”, para completar un parcial de 12-0 que puso el tablero 28-18. El equipo de Sebastián González hizo agua en los dos costados. En ataque no se le cayó ni una idea: tomó tiros por descarte e hizo lo que le dejaron hacer y no lo que quiso (o al menos lo que pretendía).

La anemia ofensiva (sólo sumó seis puntos en el parcial) se pagó, además, en el otro aro. Peñarol le ganó la batalla por los rebotes y pudo generar mucho juego rápido. La visita lo aprovechó todo: Lamonte, figura de esa primera mitad, llevó su cuenta a 17, y Martín Leiva, que recibió juego en lo profundo de la zona pintada, elevó la máxima a 12 (36-24).

Para el Griego, el tercer cuarto no pudo ser peor. Todo lo que tenía Peñarol le faltaba al local. A puro triple, los del “Oveja” Hernández se despegaron a 15 (47-32). Pero si alguien pensó que Atenas había tocado fondo, el Milrayitas se encargó de hundirlo todavía más: le puso un cerrojo a su defensa y se ensañó con la inspiración exterior de Gutiérrez, Lamonte (cerraron el cuarto 58-37) y Lauría (puso la brecha en 24: 61-37).

Lo que siguió a eso fue un paseo. Peñarol hizo casi lo que se le antojó, metió pases complicados, convirtió triples y dobles con una facilidad pasmosa y Atenas no tuvo otro remedio que sufrirlo, estoico durante todo un cuarto, mientras masticaba su impotencia.

Síntesis:
Atenas: Bruno Lábaque 16, Matías Lescano 7, Juan Manuel Rivero 7, Gregory Lewis 6, James Williams 6 (fi); Diego Gerbaudo 8, Miguel Gerlero 4, Pablo Orlietti 0, Mariano García 5, Bruno Barovero 0 y Felipe Pais 0. DT: Sebastián González

Peñarol: Pablo Rodríguez 3, Kyle Lamonte 22, Marcos Mata 3, Leonardo Gutiérrez 19, Martín Leiva 11 (fi); Alejandro Diez 2, Nicolás Lauría 10, Facundo Campazzo 6, Selem Safar 10. DT: Sergio Hernández

Árbitros: A. Chiti, F. Sampietro y A. Ramallo.

Cancha: Orfeo Superdomo

Fuente: Mundo D