Si bien, durante el discurso en Resistencia por el aniversario del 25 de Mayo, la jefa de Estado volvió a evitar referencias puntuales a su postulación dejó señales claras cuando pidió a Dios que le dé «fortaleza y entereza para construir un país diferente».
La presidente Cristina Fernández regresó conmovida por la manifestación popular de ayer en Resistencia durante los festejos de un nuevo aniversario de la revolución de Mayo y está «más convencida que nunca» de aceptar el desafío de ir por la reelección en octubre próximo, dijeron anoche altas fuentes de la Casa Rosada.
Si bien la jefa de Estado volvió a evitar referencias puntuales a su postulación para un nuevo mandato durante el discurso que pronunció en la capital chaqueña, al menos un tramo de ese mensaje a todo el país, y delante de unas sesenta mil personas que asistieron a los festejos en la capital chaqueña, dejó señales en esa dirección. Fue cuando pidió a Dios que le dé «fortaleza y entereza para construir un país diferente».
La impresión de los confidentes, recogida anoche mientras transcurría el festival patrio en la Plaza de Mayo fue directa: «Lo que deja el mensaje es que ese país diferente que ella anhela no se construye de aquí a diciembre, se necesitan por lo menos otros cuatro años de consolidación definitiva del modelo».
Con ese ruego, al mismo tiempo, la presidente pareció hacer referencia nuevamente, como ocurrió en aquel recordado mensaje en José C. Paz, a los problemas de salud y hasta familiares y personales que esgrimió en su mensaje y que para algunos observadores del oficialismo le estarían generando una enorme duda sobre si ser candidata en octubre o preservarse para intentar volver cuatro años más tarde.
También se acercó al objetivo cuando hizo una fuerte apelación a la participación en política de los jóvenes. Desde hace tiempo se asegura en círculos cercanos al despacho presidencial que Cristina planearía incorporar a varios dirigentes de La Cámpora a puestos expectantes de su eventual futuro gabinete.
Con todo, la más fuerte manifestación acerca de la casi certeza de que la presidente irá por la reelección provino de un diálogo en las alturas mantenido entre dos de los funcionarios que acompañaron a la mandataria en el vuelo privado de regreso, uno de ellos estrechamente ligado al ministro de Planificación, Julio De Vido.
«Ella quedó conmovida por la demostración de afecto y está más convencida que nunca que por ellos tiene que seguir», reveló anoche aquella fuente que fue el comentario escuchado a metros de donde además se ubicaba el secretario General, Oscar Parrilli.
El resto de la comitiva de ministros, secretarios y legisladores, además de otras autoridades, encabezados por el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, regresaron a bordo del Tango 03.
Otro de los dirigentes que aportó su impresión fue el sindicalista ultrakirchnerista Julio Piumato, que tras el acto de ayer en resistencia habló debajo del palco con un par de funcionarios de la comitiva presidencial. «Ya está, después de ver esto, Cristina es la candidata, no hay vuelta que darle», dijo exultante el titular del sindicato de judiciales.
Aquellas y otras fuentes de la Casa Rosada y del gobierno mantienen la impresión de que la presidente irá por la reelección, y que el anuncio lo realizará lo más cerca posible del plazo que establecen las leyes electorales para inscribir las candidaturas: el 24 de junio próximo. Para el jefe de Gabinete, la mandataria «se tomará todo el tiempo que sea necesario», tal como ocurrió en el caso del anuncio de la fórmula de kirchnerismo para l Capital Federal, que se hizo horas antes del cierre para las presentaciones establecido por la Justicia.
Cerca de Aníbal Fernández arriesgaban en las últimas horas que el tan esperado anuncio por parte de sus seguidores se haría nomás en un acto en el Teatro Argentino de La Plata, lo más cerca posible de aquella fecha. Cristina, y antes Néstor Kirchner, consideraban «una cábala» a ese escenario, desde donde se presentó la fórmula del Frente para la Victoria que integró Julio Cobos para las elecciones de 2007.
Sin embargo, la impresión que reinaba anoche en otros despachos del gobierno donde habitan cristinistas puros, quienes consideraron espectacular el acto de Resistencia en el que la presidente no hizo una sola alusión a la fecha patria y por el contrario abundó en recordaciones hacia su esposo, a ocho años del triunfo de Kirchner en 2003, es que se ha entrado «en tiempo de descuento» para el momento en que se hará el anuncio, a un mes escaso del cierre de los plazos.
«A partir de ahora habría que estar atentos a cada discurso porque entramos en etapa de definiciones», arriesgó uno esos funcionarios para quien la candidatura de su jefa no resiste a estas alturas ningún análisis.
Eugenio Paillet/»La Nueva Provincia»