Por Fernando M. Fluguerto Martí
Egregoroi :
La prédica – podemos también llamarlas INSTRUCCIONES – de Jesús pueden dividirse en dos marcadamente diferentes períodos.
Las primeras instrucciones, que podemos leer en el 90 % de los Evangelios están dirigidas a dos milenios después de su partida, en cuerpo, alma y espiritu, al cielo .
Ahi tenemos todos los sermones de la montaña, las otras pláticas y todas las parábolas. » Id , pues , y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo ; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado »
Pero en los tres Apokalypsis sinópticos de los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, y a pedido de los mismos apóstoles, nos habla del PERÍODO PREVIO A SU PARUSÍA y nos ordena estar muy atentos a las señales que marcarán este período :
«Cuidaos que nadie os engañe. Porque muchos vendrán bajo mi nombre, diciendo YO SOY , y a muchos engañarán »
» Oireis también hablar de guerras y rumores de guerras»
» Porque se levantará pueblo contra pueblo, reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambres y pestes y terremotos »
» Surgirán numerosos falsos profetas que arrastrarán a muchos al error, y por efecto de los excesos de la iniquidad, la caridad de los más se enfriará»í
» Cuando veáis pues, la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, instalada allí donde no debe – el que lee, entiéndalo – entonces los que estén en Judea, huyan a las montañas; quien se encuentre en la terraza, no baje a recoger las cosas de la casa; quien se encuentre en el campo, no vuelva atrás para tomar su manto. Ay de las que estén embarazadas o de las que críen en aquel tiempo.» » Porque habrá entonces grande confusión».
«Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; mas por razón de los elegidos serán acortados esos días. Si entoces os dicen : El Cristo está aquí o allá, no lo creáis. Porque surgirán falsos Cristos y falsos Profetas y harán cosas estupendas y prodigiosas, hasta el punto de desviar, si fuera posible, aún a los elegidos. ¡ Mirad que os lo he predicho ! Por lo tanto si os dicen : Está en el desierto, no salgáis; está en las bodegas, no lo créais. Porque así como el relámpago sale del Oriente y brilla hasta el Poniente, así será la Parusía del Hijo del Hombre. Allí donde esté el cuerpo, allí se juntarán las águilas »
Inmediatamente después de la confusión de aquellos días, el Sol se oscurecerá, y la Luna no dará más su fulgor, los astros caerán del firmamento y las fuerzas del espacio sideral serán perturbadas. Entonces aparecerá en el firmamento la señal del Hijo del Hombre, y entonces se lamentarán todas las tribus de la Tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes con poder y gloria grandes.»
(Del Capitulo XXIV de Mateo, y del Capitulo XIII de Marcos)
» Allí donde está el cadaver, allí se juntarán los buitres »
(Capítulo XVII de Lucas)
» En cuanto a mis enemigos , los que no han querido que Yo reinase sobrre ellos, traedlos aquí y degolladlos en mi presencia »
(Capítulo XIX de Lucas)
» Y habrá señales en el Sol, la Luna y las estrellas, y sobre la tierra ansiedad de las naciones a causa de la confusión por el ruido del mar y la agitación de sus olas. Los hombres desfallecerán de espanto a causa de la expectacion de lo que ha de suceder en el mundo porque las potencias del espacio sideral serán perturbadas »
(Capítulo XXI de Lucas)
» Cuando Yo os envié sin bolsa ni alforja ni calzado ¿ os faltó alguna cosa ?. Respondieron los apóstoles : Nada. Pues bien, ahora el que tiene una bolsa tómela consigo e igualmente la alforja, y quien no tenga , venda su manto y compre una espada »
(Capítulo XXII de Lucas)
Juan no incluye en su Evangelio un Apokalypsis sinóptico porque le dedica todo el Libre de la Revelación (Apokalysis) al período de tiempo desde la partida de Jesús en la Ascención hasta su vuelta en Gloria y Majestad.
En este libro describe tres septenarios, y si leemos en cada uno de ellos el sexto y el séptimo paso, veremos que mustra las mismas realidades pero cada vez con mayor detalle (como un zoom que va acercando la imagen).
Pero lo importante de este mensaje es que los verdaderos seguidores de Cristo entiendan que la acción o actitud para los últimos tiempos anteriores a su Parusía no son iguales a los predicados para los dos milenios anteriores.
De ahí el pecado que cometen los que en este tiempo terminal, cuando ya se han cumplido todas las señales, envían mensajes de «paz, amor y buenas ondas» cuando lo que cabe hoy es preservar a los pocos que quedan con la llama del Espíritu prendida en sus corazones y prepararase lo mejor posible para sobrevivir a «todas las cosas que han de suceder antes de su venida».
ALEA JACTA EST
Fernando M. Fluguerto Martí