EL PERIODISTA MANU BRABO LLEGA A MADRID

Madrid- (Télam).- El fotoperiodista español Manuel Varela de Seijas Bravo, que firma como Manu Brabo, relató hoy emocionado cómo fue capturado y cómo pasó los 43 días de cautiverio retenido por las fuerzas leales a Muammar Kaddafi. «La cagamos un día pisando un poco más de lo que igual teníamos que pisar», dijo a modo de reflexión, uno de los primeros reporteros gráficos que ingresó a Libia para cubrir el conflicto para varios medios, entre ellos Télam. En rueda de prensa en el aeropuerto de Barajas, donde apareció rodeado por sus padres, contó que el 5 de abril pasado él y otros compañeros se encontraban en la «primera fila» de batalla durante un contraataque de las fuerzas de Kaddafi sobre el «ejército de Pancho Villa» de los rebeldes, cerca del enclave petrolero de Brega. Los rebeldes huyeron y dejaron a los periodistas a su suerte, que se convirtieron en «blanco» de las tropas de Kaddafi. Brabo se puso a cubierto pero su compañero sudafricano, Anton Hammerl, resultó herido, cuando las tropas libias lo capturaron a él y a otros dos periodistas. Brabo vio a Hammerl (según su familia, asesinado por tropas libias) «pálido y con las tripas fuera». Refiriéndose al juicio en el que fue sentenciado en Libia a cumplir un año de arresto, que no cumplió por no ser reincidente, el periodista español explicó que «el fiscal que nos acusaba, a continuación de leer nuestros cargos se puso la toga y se convirtió en el juez». Salvo los «mulatazos» (culatazos) que recibió cuando lo capturaron, Brabo afirmó que no fue maltratado e indicó que, junto con las gestiones desplegadas para liberarlo del diplomático español Diego Ruiz, el papel de Turquía también fue clave.